martes, 19 de septiembre de 2017

MORFOLOGÍA: LAS CATEGORÍAS GRAMATICALES


LAS CATEGORÍAS GRAMATICALES
1. EL SUSTANTIVO
Unión de una raíz y de unos accidentes o morfemas (género, número y artículo). Semánticamente, designa realidades físicas o abstractas. Morfológicamente, posee los morfemas de género, número y artículo. Sintácticamente, es núcleo del SN. No sólo designa personas, animales y objetos, sino que también indica procesos y estados. Habitualmente, los sustantivos se clasifican de la siguiente manera:




Sustantivos


Comunes


Concretos
Contables
Individuales /colectivos
No contables


Abstractos: cuantitativos y no cuantitativos (*).
Propios (*)
Antropónimos/Topónimos
Hipocorísticos/patronímicos/motes, apodos


En cuanto a la flexión en el sustantivo, se distinguen dos morfemas: número y género. Y un tercero, el artículo.
El género
El significado léxico exige que sea masculino o femenino, que, con la concordancia, permite la manifestación de relaciones entre unidades del enunciado. También el género diferencia las realidades designadas por el sustantivo. La diferencia entre –o y –a no es siempre válida: mano, radio; día, clima.
En general, diferenciamos dos clases de género:
  1. Motivado: la oposición M/F expresa diversidad sexual. Ej: escritor/-a.
  2. Inmotivado: en sustantivos que no expresan diversidad sexual con las dos formas: olivo/oliva, el guitarra/la guitarra. O en los que designan seres u objetos carentes de sexo: libro, ventana, árbol…
Procedimientos para marcar el género:
  1. Oposición –o/0 (M) Vs. –a(F): cocinero/-a, señor/-a
  2. Artículo:
    1. Palabras acaban en –o y son F: radio, mano, dinamo
    2. Palabras M acabadas en –a: mapa, día
    3. Palabras que no admiten género opuesto: mesa, papel, pared, traje…
  3. Modificación del significante M (sufijos): zar/ zarina, príncipe/princesa, emperador/emperatriz.
  4. Heteronimia: palabras distintas para diferenciar el sexo: caballo/yegua, yerno/nuera, carnero/oveja.
  5. Sustantivos de género común: necesitan el artículo para designar el género: atleta, suicida.
  6. Sustantivos de género epiceno: con una forma, ambos sexos: águila (macho/hembra), persona (hombre/mujer).
  7. Sustantivos de género ambiguo: admiten los dos géneros con el mismo significado. Se debe a variantes estilísticas, diatópicas: mar, azúcar, dote.
El distinto género puede aludir a la dimensión o forma del objeto (jarro/jarra, cesto/cesta), a la diferencia entre usuario e instrumento (trompeta, espada) o a la diferencia entre el árbol y el fruto (cerezo/cereza). Hay sustantivos que significan de distinta manera según sea su género, con significante homófono: el/la frente, editorial, corte, orden, margen, cometa, coma, cólera, parte…
El género no significa, es sólo un accidente gramatical que indica las relaciones del sustantivo con otras palabras del enunciado, por concordancia.
El M es el género de mayor extensión (o no marcado).
El número
En principio, es un accidente gramatical que ofrece dos posibilidades: singular (S) o plural (P). El primero se refiere a la unidad de los objetos de una clase; el P a varios objetos de una misma clase. Pero el S también puede referirse al conjunto total de objetos de una clase, equiparable al P: el hombre es mortal. De ahí la diferencia entre sustantivos contables y no contables.
Formación del P: en general, se añade al sustantivo la desinencia –s o –es (consonánticas). Pero los casos posibles son:
  1. Desinencia 0: el artículo marca el número: sustantivos no agudos acabados en –s: análisis, virus, crisis, atlas. Y algunos cultismos: tórax, bíceps, fórceps, déficit, superávit, memorándum.
  2. Desinencia –s: sustantivos que acaban en vocal átona: lluvia, libro. En cultismos poco difundidos: desiderátum/ -s; los cultismos generalizados no siguen esta tendencia: álbum/-es, currículum/currículos, hipérbaton/hipérbatos. Extranjerismos comunes acabados en vocal: carné, vermú, chalé.
  3. Desinencia –es: en sustantivos agudos acabados en –s: revés, país, as, anís. En sustantivos acabados en –d, -j, -l, -n, -r y –z: red, pez, ángel, reloj, amor. Y en extranjerismos comunes acabados en consonante: clon, claxon, chófer.
  4. Desinencia –s o –es:
    1. Sustantivos que acaban en vocal, fluctúan: en é/-ó: en –s: canapé, dominó. En á, -í, -ú: en –s o –es (salvo papá y mamá, generalizados ya en –s): maniquí, tabú, jabalí, alhelí, bisturí, esquí, pirulí, champú.
    2. Si el sustantivo termina en diptongo tónico, el P se hace en –es: buey, ley, rey. Pero, en extranjerismos populares se hace en –s: jerséis.
    3. Monosílabos acabados en vocal fluctúan: yos/yoes. El P de las vocales es en –es, y el de las consonantes en –s.
Peculiaridades del significado del número: indiferenciación entre S y P: singularia tantum: toman el significante S, únicamente: tez, caos, cariz, salud, sed, este, cenit, zodiaco. Pluralia tantum: sólo tienen significante P: víveres, comestibles, enseres, afueras, nupcias, facciones, vituallas, honorarios, entendederas. Uso indistinto (en objetos simétricos y otros) del significante en S y P, pero con el mismo significado: gafa/gafas, tijera/tijeras, pinza/pinzas, alicate/alicates, pantalón/pantalones, muralla/murallas, escalera/escaleras, intestino/intestinos, entraña/entrañas. Otras veces hay cambios: esposa/esposas, interés/intereses, imaginación/imaginaciones, razón/razones, haber/haberes, locura/locuras, polvo/polvos…
El artículo (definido)
-Delimita la denotación efectuada por el sustantivo y permite diferenciar el género y número del sustantivo cuyo significante no varía.
-Sustantivos F cuyo significante empieza por /a/ o /ha/ tónicas utilizan el significante el. Excepto: a, hache y los invariables que distinguen el género con el artículo: ácrata, árabe…Si entre el artículo y el sustantivo se intercala otra unidad, recupera el F, o también si el sustantivo va en P.
Los sintagmas
Constituidos por un núcleo y por otras palabras que lo modifican y complementan. Pueden ser: SN, SAdj, SV, SAdv, Sprep.
El núcleo puede sustituir a todo el sintagma por sí solo. Semánticamente, determina el significado del sintagma. Selecciona los elementos que le acompañan.
El sintagma cumple una función en la oración, se desplazan a la vez todas las palabras en el caso de que una cambie de posición, posee unidad de significado y son sustituibles por un pronombre, un adverbio…
Sintagma nominal: +-Det/Cuantif+N+-CN/Ady
Determinantes: referencias al núcleo.
Complementos del nombre o Adyacentes: restringen o precisan su significado. Clases:
  1. Sintagmas adjetivales: un coche muy interesante, una agradable velada.
  2. Sintagmas preposicionales: la caja de encina.
  3. SN en aposición: el río Amazonas (especificativa), París, ciudad de la luz (explicativa).
  4. Sintagma adverbial: un hombre así.
  5. Proposiciones de relativo: el regalo que compraste.
  6. Un determinante pospuesto (con valor de adyacente): el chico este, esa opinión vuestra.
La elisión del núcleo del SN (el libro nuevo y el viejo) debe señalarse en el análisis: 0.
Funciones del sustantivo
A. Si el SN no va introducido por preposición: Sujeto, CD, Atributo, Complemento Predicativo, Aposición explicativa, Aposición especificativa.
B. Si el SN es término de preposición, será parte de: CD, CI, Complemento Agente, Suplemento, Cc, CN, Complemento de Adjetivo, Complemento de Adverbio.
La sustantivación
Son palabras no sustantivos que cumplen su función; casi cualquiera, con un artículo o adjetivo determinativo: adjetivo, adverbio, proposición, sintagma preposicional. En muchos casos de sustantivación, se entiende un sustantivo elidido entre el artículo y la secuencia que le sigue. Si el artículo es masculino o femenino, es fácil saber el género del sustantivo elidido. No es así si se usa el artículo neutro lo. Algunas palabras se han lexicalizado en esa sustantivación: tienen morfemas de género y número, aparecen en las oraciones sin determinantes, los acompañan adjetivos: pagaré, poder, ideal...

2. MODIFICADORES DEL SN
Pueden ser directos , que se unen al N del SN, sin relacionantes: artículo y adjetivos determinativos (determinantes), adjetivos (adyacentes) y sustantivos (en aposición). Concuerdan en género y número con el sustantivo. E indirectos: utilizan un relacionante o un nexo subordinante para modificar el N; son: Sprep y proposiciones.
Modificadores directos
A. Determinante: Artículos: actualizador del sustantivo, antepuesto. Son: el, la, lo, los, las. Precisan el género y número del sustantivo. Forma neutra lo: acompaña a otras clases de palabra, puesto que no hay sustantivos neutros en español, y hace que funcionen sintácticamente como sustantivos: sustantivación. Según la RAE, no existen artículos indefinidos. No se consideran artículos las formas al y del. La RAE las denomina formas contractas o amalgamadas o conglomerados.
B. Determinante: Adjetivos determinativos: precisan la referencia del sustantivo, restringen su realidad. Concuerdan en género y en número con él. Su función sintáctica depende de su posición: antepuestos son determinantes, pospuestos adyacentes. Tipos (la RAE simplifica en determinantes y numerales):
a. Demostrativos: sitúan al sustantivo espacial y temporalmente en relación con el hablante. Formas: este, ese, aquel + femeninos y plurales.
b. Posesivos: señalan las personas poseedoras de la realidad designada por el sustantivo. Se deberá especificar si se trata de una sola posesión o varias posesiones, si la forma es apocopada o plena, el género y si se refiere a la 1ª, 2ª o 3ª personas de singular o plural. Formas:*Átonas. Un poseedor: mi, tu, su, y plurales. Varios: nuestro, vuestro, su, y plurales. *Tónicas. Un poseedor: mío, tuyo, suyo, femeninos y plurales. Varios: nuestro, vuestro, suyo, femeninos y plurales.
c. Indefinidos: aluden a una cantidad de forma imprecisa. Algunas formas: poco, ningún, todo, algún, otro, mucho, demasiado, escaso, uno, mismo, propio, varios, cualquier, cualesquiera, bastante, más, menos, demás; y sus variantes flexivas. Las formas un, una pueden ser indefinidos o numerales; las formas unos, unas son siempre indefinidos (la RAE los considera a todos artículos). Las formas tal, tales son indefinidos. La forma cada está también dentro del grupo de los indefinidos. Las formas duales ambos y sendos están también dentro de los indefinidos.
d. Numerales: cuantifican exactamente al sustantivo. Pueden ser cardinales, ordinales, fraccionarios/partitivos (medio) y multiplicativos (doble).
e. Interrogativos/exclamativos. Los primeros preguntan por la identidad o cantidad de algo. Los segundos dan intensidad al sustantivo al que acompañan. Formas: qué, cuál, cuánto; y sus variantes flexivas.
f. Relativos: cuyo. Función, asimismo, de nexo.
C. Complemento del nombre: el adjetivo: acompañan al sustantivo, delimitan su referencia. Tradicionalmente, se le denominaba ADJETIVO CALIFICATIVO. Últimamente, además de distinguir el adjetivo calificativo, se reconocen otros tipos de adjetivo (clasificación también semántica): que expresan estado (inquieta, harto, emocionado), relación o pertenencia (familiar, musical, estatal), origen o procedencia (gentilicios: murciano, canario, ceutí). La clasificación que distingue entre explicativos o epítetos y especificativos pertenece al nivel semántico. Tienen iguales morfemas de género y número que el sustantivo al que acompañan (este marca su flexión, por lo tanto). También tiene el morfema de grado.
a. Género. Desde el punto de vista flexivo, los adjetivos se dividen en tres grupos: de dos terminaciones (tienen flexión de género y número: pardo/-a, llorón/llorona), de una terminación (tienen flexión de número pero no de género: bilingüe/-s) e invariables tanto para la flexión de número como la de género (gratis). Puede tener género neutro, cuando está sustantivado, con el artículo lo.
b. Número. El plural se consigue añadiendo -s o -es.
c. Grado. Una cualidad puede expresarse con distintas intensidades. Tres grados:
*Positivo: cualidad sin gradación.
*Comparativo: expresa una cualidad que poseen dos objetos o personas, indicando una variación de inferioridad (menos…que), de igualdad (tan, tanto…como) o de superioridad (más…que).
*Superlativo: expresa la cualidad en su grado más alto o intenso. Superlativo relativo: algo o alguien posee esa cualidad en el más alto grado, pero en relación con otros; se antepone al adjetivo los artículos el/la + adverbio de cantidad (más, menos): la más alta de la clase. Superlativo absoluto: cualidad en su grado más alto, sin relación con nada; procedimiento: anteponer el adverbio muy al adjetivo (muy amable), unir al adjetivo los sufijos –ísimo (amabilísimo) o –érrimo (celebérrimo) o sumar al adjetivo los prefijos hiper-, sobre-, archi-
Hay adjetivos comparativos y superlativos sintéticos: bueno-mejor-óptimo, malo-peor-pésimo, grande-mayor, pequeño-menor-ínfimo.
d. Clasificación del adjetivo:
1. Por su significado (no entraría en un análisis morfológico): calificativos (atributivos, especificativos y explicativos; o predicativos), relacionales, gentilicios (estos dos no poseen grado).
2. Por la flexión: variables/invariables.
3. Por su intensidad: positivos, comparativos y superlativos.
e. El sintagma adjetival. +-Cuantificador+N+-Cadj. Los cuantificadores son adverbios o sintagmas adverbiales que expresan el grado: más, menos, tan, muy, extraordinariamente. El complemento puede ser un sintagma preposicional (carente de escrúpulos), o el segundo término de las estructuras comparativas (más alto que tú, menos difícil de lo que piensas).
D. Complemento del nombre: Aposición. Ej: Roma, capital de Italia; buque escuela. Expresan cualidades inherentes o no al sustantivo. Son sustantivos que van con otros sustantivos y que los complementan. Puede ser explicativa (el Núcleo y la Aposición aluden a la misma realidad, pero se da una información más explícita; suele ir entre comas) o especificativa o yuxtaposición (restringe el significado del sustantivo; si deseamos cambiar su número, deberemos hacerlo con el Núcleo: buques escuela, obras cumbre).
Modificadores indirectos
Acompañan al N del SN y los precede un relacionante o nexo subordinante.
A. Complemento del nombre: Sintagma preposicional: Enlace+Término. Funcionan como CN. El Núcleo de su término puede ser un sustantivo (un árbol sin hojas), un infinitivo (la hora de dormir), un adverbio (la reunión de hoy), un adj (por listo), otro sintagma prepositivo (por entre los árboles) o una oración subordinada (por si venías). Incluso el enlace del Sprep puede llevar un cuantificador: casi sin mercancías.
B. Complemento del nombre: Proposición subordinada. Normalmente de relativo, adjetiva y sustituible por un adjetivo: se premiará al equipo que gane = al equipo ganador.

3. EL PRONOMBRE

Definición: Semánticamente, señalan o remiten a una persona, cosa o hecho sin nombrarlo (deixis). Morfológicamente, posee morfemas de persona, género y número. Sintácticamente, desempeña las mismas funciones que el sustantivo.

Pronombres personales
Son pronombres que determinan las personas que intervienen en el acto de habla: 1ª (hablante), 2ª (interlocutor), 3ª (todo lo que no son los interlocutores).
Verbo + Pronombre: Posición: Proclítico (delante) o enclítico (detrás). Sus formas dependen de la función que cumplan, divididas según su persona y número:
A. Tónicas: con función de Sujeto/Atributo (yo, nosotros, nosotras, tú, usted, ustedes, vosotros, vosotras, él, ella, ello, ellos, ellas) o complemento con preposición (mí, conmigo, nosotros, nosotras, ti, usted, contigo, vosotros, vosotras, ustedes, él, ella, ello, sí, consigo, ellos, ellas).
B. Átonas: con función de CD (me, te, nos, os, se, lo, la, los, las, le, les) o CI ( me, te, nos, os, se, le, les).
Laísmo: Sustitución de un CI femenino por la/las en vez de le/les: A Raquel no *la le regalé nada.
Loísmo: Sustitución de un CI masculino por lo/los: *Lo le daré un regalo a Luis.
Leísmo: Sustitución de un CD no personal por le/les: Este libro *le lo compré aquí.

Pronombres demostrativos
Su significado alude a la distancia de algo respecto al que habla. Sitúan una realidad en espacio-tiempo en relación con el hablante (valor deíctico).
Se clasifican en de 1ª persona (éste, ésta, esto, éstos, éstas), de 2ª (ése, ésa, eso, ésos, ésas) y de 3ª (aquél, aquélla, aquello, aquéllos, aquéllas).

Pronombres posesivos
Establecen una relación de posesión entre realidades y personas gramaticales.
Se dividen en: de un poseedor (mío, mía, míos, mías (1ª persona), tuyo, tuya, tuyos, tuyas (2ª persona), suyo, suya, suyos, suyas (3ª persona)) o de varios poseedores (nuestro, nuestra, nuestros, nuestras (1ª persona), vuestro, vuestra, vuestros, vuestras (2ª persona), suyo, suya, suyos, suyas (3ª persona)).
No se emplean los pronombres posesivos precedidos de adverbio de lugar (detrás, delante, encima) para indicar situación. Ej: Juan estaba delante *mío de mí.

Pronombres indefinidos
Designan realidades sin precisarlas. Algunas formas: alguien, nadie, algo, nada, uno, una, unos, unas, alguno, alguna, algunos, algunas, ninguno, varios, muchos, pocos, bastantes (en singular son adverbios de cantidad o determinantes indefinidos), cualquiera, todo, demasiado, mismo, mismos, ambos.

Pronombres numerales
Expresan una cantidad concreta respecto de los sustantivos a los que sustituyen. Clasificación y funciones: cardinales (indican cantidades exactas, son los números enteros), ordinales (expresan orden y los acompañan artículos), fraccionarios (indican particiones: mitad, tercio, veinteavo; aparecen combinados con artículos) y multiplicativos (señalan el número de veces que una realidad excede a otra: doble, triple, cuádruple; generalmente se emplean en singular y con artículo).
El pronombre uno/una puede ser indefinido (cuando el hablante quiere diluir su responsabilidad: cambia el personal yo por uno) o numeral (expresa un valor numérico).
Los numerales se escriben en una sola palabra hasta el treinta, luego se separan, salvo las decenas exactas.

Pronombres relativos
Cumplen dos funciones: sustituyen a un sustantivo (antecedente) presente en el contexto y tienen una función en la proposición subordinada. Es nexo subordinante (introducen una proposición adjetiva que califica al antecedente). Normalmente, aparece el antecedente, pero, a veces, no, porque se desconoce, es impreciso o no interesa concretarlo.
Formas: que, quien, quienes, el/la/los/las cual/cuales, cuanto.

Pronombres interrogativos y exclamativos
Designan seres o cosas cuya identidad o cantidad se desconocen. Sus formas coinciden con los relativos, pero son tónicas.

Valores del se











PRONOMBRE
(CON función sintáctica)
Personal
Es un falso SE, variante de LE (CI). Aparece si hay otro pronombre personal CD
Ej.Blanca dio esperanzas a Antonio → *Blanca le las dio. Blanca se las dio.
Reflexivo
Se refiere al sujeto de la oración, cuando está en tercera persona (alterna con ME, TE, NOS, OS). Funciona como CD o CI (cuando hay CD explícito). Condiciones: Aludir a la misma persona que el sujeto, al cambiar de pronombre no cambia el significado del verbo y el verbo al que acompaña será transitivo, susceptible, por tanto, de recibir un CD distinto al pronombre
Ej. El gato se (CD) limpia.
El gato se (CI) limpia las patas (CD).
Recíproco
Se refiere a dos personas que intercambian una acción alterna con NOS, OS). Funciona como CD o CI (cuando hay CD explícito)
Ej. María y Carlos se (CD) escriben. María y Carlos se (CI) escriben cartas (CD)








MORFEMA
VERBAL
(SIN función sintáctica)
De verbo pronominal.
Aparece como parte de los verbos llamados pronominales (es decir, que llevan obligatoriamente el pronombre): caerse, suicidarse, contentarse,… El pronombre se incluye en el núcleo verbal. También en verbos intransitivos que se construyen a veces con un incremento personal de la serie reflexiva (sin que desempeñe funciones de C.D. o C.I.; en muchos casos puede confundirse con el dativo de interés). Alternan ambas posibilidades (con y sin incremento de la serie reflexiva). Verbos de movimiento como ir, venir, subir, bajar, caer, salir o verbos como morir, quedar, estar.


Ej. A ver quién se atreve a decirle eso.
No se está quieto; todos se morían de hambre.
Lexicalizado
Cambia el significado del verbo al que acompaña y forma un nuevo lexema. Ej. quedar- quedarse; entender-entenderse; arreglar-arreglarse;… El pronombre se incluye en el núcleo verbal.
Ej. Mario quedó con Paula, que se arregló para la cita. Mario se quedó pasmado al verla.
Enfático o dativo ético
Añadido por el hablante para intensificar la acción verbal. Puede eliminarse. No forma parte del núcleo verbal pero sí hay que marcar su valor. También entraría aquí el dativo simpatético o posesivo’: Elisa se dejó el paraguas en el coche (Elisa dejó SU paraguas en el coche).
Ej. ¡Cómo se come mi niño la papilla! = ¡Cómo come mi niño la papilla!
Causativo
NO tiene función sintáctica. No forma parte del núcleo verbal pero SÍ hay que marcar su valor en la oración.
Se corta el pelo todas las semanas (no es reflexivo, se lo corta otro); María se dio mechas.






MARCAS
(SIN función sintáctica)
Pasiva refleja
Puede escribirse en forma pasiva. Si cambiamos el número (de singular a plural o viceversa), cambia el verbo (por lo tanto, hay un sujeto).
Ej. Se construye un puente. → Un puente es construido. Se construyen unos puentes.
Impersonalidad
No puede escribirse en forma pasiva. Si cambiamos el número, no cambia el verbo (por lo tanto, no hay sujeto).
Ej. Se ha convocado a todos los vecinos.→ Todos los vecinos han sido convocados. “A todos los vecinos” es CD.




4. EL ADVERBIO

Es una categoría gramatical invariable. La clasificación que se realiza normalmente de los adverbios es semántica: de tiempo (entonces, ahora, luego, ayer, hoy, mañana, cuando, cuándo), lugar (aquí, ahí, allí, acá, allá, delante/detrás, encima/debajo, dónde, donde), modo (así, como, cómo, la mayoría de los acabados en –mente, bien y mal, igual, alto…), cantidad (cuanto, cuánto, muy, mucho, poco, bastante, demasiado, más, menos, tanto, sólo, incluso, aun), duda (quizá, acaso, probablemente), orden (primeramente, sucesivamente), afirmación (sí, también, claro, exacto, ciertamente) y negación (no, tampoco); algunos autores también reconocen adverbios de deseo (ojalá), de exclusión e inclusión (solamente, incluso) y de identidad (mismamente, propiamente). Otro criterio de clasificación es el formal, que divide en relativos (donde, como, cuando, cuanto), interrogativos (dónde, cuándo, cómo, cuándo, cuánto, cuán y qué), anafóricos (así…) y deícticos o demostrativos (allí, aquí, entonces…).
En el análisis morfológico del adverbio señalaremos que es invariable en cuanto al género y el número. En ocasiones, el adverbio admite morfemas de grado (Ej. Tu casa está lejísimos / muy lejos). También admite sufijos como el diminutivo (Ej. Ahorita). Hay formas apocopadas (buen, mal, recién, tan, que vienen de bueno, malo, reciente, tanto).
Locuciones adverbiales: expresiones formadas por dos o más palabras que expresan nociones de tiempo, lugar, modo…y equivalen a un adverbio. Son indivisibles: más o menos, al final, desde luego, a lo mejor, ni mucho menos tal vez, sin duda, de verdad, a tontas y a locas, sin ton ni son, de pronto, a la mitad de, a oscuras, por primera vez, de sobra, en seco, a duras penas, a todo tren…Y otras latinas: ad hoc, álter ego, de facto, ex profeso, grosso modo, in situ, ipso facto, stricto sensu, sui generis.
Sintácticamente, siempre son modificadores de otras categorías: adjetivo (muy fuerte), verbos (camina lentamente), otros adverbios (bastante lejos) u oraciones (probablemente, tu amigo era el único; es un modificador oracional, como quizás, posiblemente, francamente, sinceramente, sí, también, ciertamente, no, tampoco). Suelen tener la función de Complemento Circunstancial.

Los adverbios donde, adonde, cuando, cuanto y como: pueden funcionar como varias funciones: adverbios interrogativos (con tilde; Cc; introducen siempre oraciones interrogativas directas o exclamativas; expresan tiempo y cantidad) o adverbios relativos (sin tilde; nexo y Cc a la vez).
Adverbialización: proceso por el cual una palabra distinta a un adverbio desempeña sus funciones: por la unión del sufijo –mente a algunos adjetivos o, a veces, hay adjetivos que pueden funcionar como adverbios sin añadido: habla claro, pisa fuerte.
El sintagma adverbial: +-Modificador/cuantificador+ Núcleo +- Complemento. Los cuantificadores pueden ser sintagmas adverbiales (muy, bastante, un poco más) o SN que indiquen cantidad (dos días antes, cuatro horas después). El complemento será un sintagma preposicional (debajo de la mesa, antes de que vinieras…) o el 2º término de las estructuras comparativas (más tarde de lo que creíamos, más rápidamente que tú).

5. EL VERBO

Consideraciones en torno al análisis morfológico de las formas verbales: se clasifican según el siguiente orden: conjugación, tiempo, modo, aspecto, voz, persona y número. En las formas verbales no personales se debe indicar si son simples o compuestas. El imperativo presenta cuatro formas (las correspondientes a las segundas personas del singular y del plural: tú, usted, vosotros y ustedes). Hablaremos de MODO imperativo. Sintagma verbal: +-IMO (adverbios de negación, duda…)+Núcleo+-COMPLEMENTOS (CD, CI, Atributo, Predicativo, Suplemento, Cc). Algunos verbos exigen, o rechazan, una serie de complementos: gustar, acaecer (intransitivos), avergonzarse (con complemento de régimen), etc.
El verbo es el núcleo de la oración; concuerda con el sujeto en número. Significado: Acciones, estados, procesos, en un tiempo. Formalmente, consta de raíz (significado léxico) y desinencias (significado gramatical: persona, número, tiempo, modo, aspecto, voz; también dividido en característica y desinencia, además de la vocal temática). Hay tres conjugaciones: -ar, -er, -ir; 1ª, 2ª, 3ª.
Algunas clases de verbos: a) Auxiliares: combinan con otros: haber (compuestos),
ser (pasiva), poder, deber (perífrasis).
b) Copulativos: nexo, sin significado para la oración: ser, estar, parecer.
c) Predicativos: Significado propio (acciones, procesos, estados): núcleo de la oración.
d) Defectivos: acaecer, suceder, atañer.
e) Pronominales: suicidarse.
Número y persona
Singular y plural. 1ª, 2ª y 3ª personas. Las personas son el sujeto gramatical de la forma verbal: establecen la concordancia con el sujeto léxico.
Peculiaridad: los verbos defectivos: con sólo una persona (atañer, concernir, yacer, acontecer, acaecer, llover, nevar, atardecer, alborear), con sólo unos tiempos (soler, abolir, compungir, transgredir), participios que sólo funcionan como adjetivos (aguerrido, despavorido…).
Tiempo y uso de las formas verbales
Es la interpretación psicológica del transcurso temporal: presente (vivencia), pasado
(recuerdos), futuro (imaginar, desear, proyectar). Además de estos valores, también pueden expresar otros. Así, el presente: simultaneidad o no, presente actual, durativo, habitual, histórico, de anticipación...El pretérito imperfecto de indicativo: cortesía, valor modal...El futuro imperfecto de indicativo, mandato, probabilidad, sorpresa…El condicional, posibilidad, duda, cortesía...El futuro compuesto, probabilidad, expresividad…El imperativo, ruego, recomendación, invitación…
Modo
Procedimientos gramaticales que denotan la actitud del hablante. No lo tienen el infinitivo, el gerundio y el participio. A pesar de las teorías que defienden otros modelos (indicativo, subjuntivo, condicionado), seguiremos marcando el modo imperativo.
Aspecto
Imperfectivo: al hablante no le importa el comienzo o el final; concibe la acción en su transcurso. Presente, pretérito imperfecto, futuro simple.
Perfectivo: acción concluida. Todas las demás formas.
Voz
Es la relación entre el significado de la raíz y el morfema de persona que actúa como sujeto gramatical: actor o paciente. En español, el contenido pasivo o activo no afecta a la forma verbal, sino a la construcción del enunciado. Por lo tanto, la voz no es morfema verbal. Puede ser una construcción con pasiva perifrástica (verbo ser+participio del verbo conjugado) o refleja (con el incremento del reflexivo se).
Conjugaciones verbales
Hay tres tipos, según la estructura fónica de sus terminaciones: 1ª, verbos acabados en –ar; 2ª, en –er; 3ª, en -ir. Pueden ser regulares (raíz con significante invariable) o irregulares (diversidad fónica en sus significantes). Para designar las formas de la conjugación de un verbo, utilizaremos el infinitivo. Existen irregularidades gráficas (dirijo, dirijamos, cargué, rocé, apliquemos…), fonológicas (leyó, leyendo, tañó, riñeron, zambullera, hinchiendo, hinchiese, rió, engriera, friendo, huimos, huía, oyó, oyera), cambios de acento, hiato, eliminación (fiar, confiar, crear, colorear, graduar, insinuar, viendo Vs veo, veían), supresión de vocales (haz, cabré, tendré, pondrás, valdremos), irregularidades de la raíz verbal (cierro, muelo, mido, yergo/irgo, yergues/irgues, erguimos, yerga/irga, irgamos, erguí, irguió, irguiera, irguieses, irguiere, muero, pudrir, hago, haces, quepo, sé, sepa, cabré, sabría, cupe, supiera, nazco, padezco, conozco, plugo, plega o plazca, pluguiera, placiera, valgo, salgo, pongo, tengo, vengo, asgo, yazgo, yazco, yaga, yazga, yazca, traigo, roo, royó...) e irregularidades especiales (los llamados perfectos fuertes: hice, vine, hube, hubiese, pude, condujo, condujeras, traje, trajeses, dijo, quise, cupe, supe, puse, tuve, plugo, repuse, anduve, estuve, sé, he, soy, estoy, doy, voy, haber; y verbos especialísimos: ser, estar, dar, ir).
Formas no personales
Carecen de los morfemas de las otras formas. Son el infinitivo, gerundio y participio, que, respectivamente, funcionan como sustantivo, adverbio y adjetivo. Pueden comportarse como núcleos de una oración y pueden llevar los adyacentes análogos a los verbos conjugados. Estas unidades están formadas por el signo léxico y un derivativo.
Infinitivo. Es un derivado verbal. Su significante agrega al signo léxico del verbo un sufijo: -ar, -er,-ir. Tiene las mismas funciones que el sustantivo. Puede adoptar el artículo o, fosilizado, cambiar de número: se habla de lexicalización. Funciones, las del sustantivo. Sólo tiene un morfema verbal: la anterioridad: formas compuestas. Adopta adyacentes verbales.
Gerundio. Es un derivado del signo léxico del verbo, con las terminaciones –ando, -iendo. Tiene las funciones del adverbio. Sólo tiene el morfema verbal de anterioridad: gerundio compuesto. Puede llevar adyacentes con los mismos rasgos que los verbales en un grupo complejo. Hay gerundios adyacentes de sustantivos, en titulares o pies de foto: el rector inaugurando el edificio. Tiene también funciones atributivas, como los adjetivos: vieron el coche rodando por la ladera. A veces sustituye estructuras de relativo, como en este ejemplo. Algunos están estabilizados como adjetivos: hirviendo, ardiendo, temblando, asustando, tambaleando…Con estar, es mejor verlo como perífrasis de gerundio, no atributo. Sólo admite la preposición en, para expresar posterioridad. Como los adjetivos, puede desarrollar derivados afectivos. Denota la noción simultánea de la que manifiesta el núcleo de la oración. La forma compuesta, anterioridad. Por eso no puede referirse a momentos posteriores a los del núcleo verbal: el agresor huyó, (*siendo) y fue detenido luego. Sólo se acepta si la posterioridad es inmediata: entró en la casa dando un portazo.
Participio. Es un derivativo que le da la función de adjetivo al verbo: -ado, -ido, los regulares. Irregulares: hecho, roto, visto, puesto, dicho. Y también se da la coexistencia, aunque se han regularizado: frito/freido, cocho/cocido, tinto/teñido, impreso/imprimido. Tienen variación de género (-o, -a) y número (-os, -as), dependiendo del sustantivo con el que se relaciona, como el adjetivo. También admite la sustantivación con el artículo y la gradación, como adjetivo. Funciones, las del adjetivo. Construcciones absolutas: el participio (unidad de función absoluta) constituye un grupo unitario con otras palabras, cumpliendo el papel de adyacente oracional: terminada la alocución, fue muy aplaudido. El participio, inmovilizado en masculino singular, es parte inseparable de las formas compuestas.
Perífrasis verbales
Son unidades que funcionan como núcleo del sintagma verbal, como un solo verbo. El verbo en forma personal adquiere un nuevo sentido al formar una unidad significativa junto a otros elementos lingüísticos. Constan de: verbo auxiliar (forma personal, aporta los morfemas verbales; ha perdido total o parcialmente su valor semántico), conector (algunas: son preposiciones o conjunciones) y verbo auxiliado (forma no personal del verbo; aporta el contenido semántico al núcleo verbal).
Clasificación de las perífrasis. Habitualmente, se atiende a dos criterios: la forma no personal del verbo que se utilice (de infinitivo, gerundio y participio) y el valor (modal o aspectual) de la perífrasis.
1. Perífrasis modales: expresan la actitud del hablante ante la acción verbal. Se construyen con infinitivo.
    1. De obligación:
*haber de + inf : he de llamarla por teléfono.
*haber que + inf: hay que decidirse.
*tener que + inf: tengo que hacerlo.
*deber + inf: debes recordarlo.
    1. De probabilidad y posibilidad:
*deber de + inf: deben de ser las ocho.
*querer + inf: parece que quiere llover.
*poder + inf: ¿puedo marcharme?
  1. Perífrasis aspectuales: expresan los sucesivos momentos que pueden considerarse en el desarrollo de la acción. Se construyen con infinitivo, gerundio y participio.
      1. Aspecto perfectivo.
-Ingresivas: acción a punto de iniciarse:
*ir a + inf: vas a caerte.
*pasar a + inf: pasamos a comentar el texto.
*estar a punto de + inf: está a punto de llover.
-Incoativas: acción en el momento de empezar. Valor puntual.
*empezar, comenzar a + inf: empezó a gritar como una loca.
*echar(se) a + inf: echó a correr al verme, se echó a reír al oírme.
*romper a + inf: rompí a llorar como un niño.
*ponerse a +inf: de repente se puso a nevar.
*soltarse a + inf: mi hija se soltó a hablar en seguida.
-Reiterativas: acción verbal repetida:
*volver a + inf: no vuelvas a engañarme.
-Frecuentativas: acción acostumbrada:
*soler + inf: suele venir por aquí de vez en cuando.
-Terminativas: acción verbal en su término:
*dejar de + inf: he dejado de pensar en ello.
*acabar, terminar de + inf: ¿has acabado de leer este libro?, ya he terminado de leerlo.
*acabar por + inf: acabé por aceptarla como era.
*llegar a + inf: llegamos a ser amigos.
-Perfectivas/resultativas: acción acabada. Se forman siempre con participio.
*ser + ppio: han sido tratados con amabilidad. Estar + ppio: el país está gobernado por ineptos. Se pueden interpretar como estructuras pasivas.
*ir + ppio: ya van inscritos unos mil donantes.
*tener + ppio: tengo decidido dónde iré en verano.
*llevar + ppio: se llevaban jugados pocos minutos.
b. Aspecto imperfectivo o durativas: acción en desarrollo o inacabada:
*estar + gerundio: estoy estudiando Biología.
*andar + gerundio: anda dándole vueltas al tema.
*llevar + gerundio: llevas estudiando dos horas.
*seguir, continuar + gerundio: sigue lloviendo.
*ir + gerundio: vamos mejorando poco a poco.
*venir + gerundio: te he venido siguiendo de lejos.
Reconocimiento de las perífrasis (aparte del cambio de significado del verbo principal):
  1. De infinitivo: si el infinitivo admite la conmutación nominal o pronominal, no forma perífrasis: el público desea bailar/el baile/eso Vs el público suele bailar/*el baile/ *eso.
  2. De gerundio: no lo es si podemos conmutar el gerundio por una locución adverbial o un Cc: salió gritando/a gritos de casa Vs estuvo gritando/*a gritos de casa.
  3. De participio: si el participio es adjetivo no es perífrasis, sino predicativo: puede responder a la pregunta ¿cómo?: Vengo cansado Vs llevo cansado dos días (perífrasis).

6. PARTÍCULAS DE RELACIÓN

PREPOSICIÓN
Morfología. Son unidades invariables: no admiten morfemas de género y número. Formas: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por según, sin, so, sobre, tras. Cabe y so son arcaicas. Suelen incluirse según, durante y mediante. También hay locuciones prepositivas: encima de, junto a, debajo de, acerca de, con arreglo a, gracias a, a causa de, de acuerdo con, con relación a/con, respecto a, junto a...
Semántica. No tienen significado propio.
Sintaxis. No tienen función sintáctica. Son relacionantes que unen palabras o sintagmas.
También las preposiciones son conectores que unen el verbo auxiliar con el auxiliado en las perífrasis verbales: ir a + inf, dejar de + inf
Sintagma preposicional. +-Cuantificador + Preposición/Enlace + Término: casi sin mercancías. Pueden ser el término de una preposición un SN, SAdj, SAdv o una proposición subordinada.

CONJUNCIÓN
Morfología. Unidades invariables. Según su estructura, hay tres clases: Simples (una palabra: y/e, ni, que), compuestas ( por unión de varias palabras: porque, con que, aunque; o locuciones conjuntivas: grupos de palabras que equivalen a una conjunción: puesto que, dado que, tanto que, si bien, tan pronto como, a fin de que, a pesar de que, aun cuando, por más que, a condición de que, con tal que, siempre que, tan pronto como, una vez que, en cuanto).
Semántica. Algunas tienen un cierto significado (aunque: obstáculo para el cumplimiento de la proposición principal) y otras no (que).
Sintaxis. Pueden enlazar unidades del mismo nivel sintáctico (coordinadas, con función de enlace, ya sea de palabras, sintagmas o proposiciones) o de distinto nivel sintáctico (subordinantes, con la función de nexo, y así convierten a una proposición en dependiente de otra).
Clasificación. Según su función sintáctica y su significado.
1. Conjunciones coordinantes.
-Copulativas: unen palabras o proposiciones sumando sus significados: y/e, ni.
-Disyuntivas. Enlazan elementos que se excluyen: o/u, o bien.
-Distributivas: muestran acciones alternativas, pero que no se excluyen: palabras que funcionan como nexos, no son conjunciones: uno…otro, aquí…allá, ya…ya, bien…bien, ora…ora.
-Adversativas: presentan una oposición entre dos hechos o acciones: mas, pero, sin embargo, no obstante, sino, antes bien.
-Explicativas: aclaración de algo: es decir, esto es, es más.
  1. Conjunciones subordinantes.
-Completivas-sustantivas: introducen construcciones que equivalen a un sustantivo: que, si, interrogativas indirectas (con los pronombres y adverbios quién, qué, cuál, cuánto, dónde, cuándo, cómo).
-Finales: introducen la intención u objetivo con el que se produce un hecho o acción: para que, a que, que, a fin de que, con objeto de que.
-Causales: motivo o razón de un hecho o acción anteriormente expuesto: porque, puesto que, ya que, pues, como, a causa de que, debido a que, en vista de que.
-Consecutivas: expresan la consecuencia de lo dicho anteriormente: luego, con que, por consiguiente, así que, pues; (tan, tal, tanto) + que.
-Condicionales: muestran la condición para que se cumpla un hecho o acción: si, siempre que, con tal que, como, a menos que, en el caso de que, a condición de que.
-Concesivas: aportan una objeción que no impide el cumplimiento o la realización de un hecho o acción: aunque, por más que, si bien, a pesar de que, por mucho que, aun cuando.
-Comparativas: expresan el 2º término de la comparación (con función de Adyacente) que viene de la oración principal. Primer término: adv de cantidad (más, menos, tanto, igual) o adjetivo comparativo (mejor, peor, mayor, menor) + término de la comparación-adjetivo + 2º término (conjunción subordinada: que, como; y proposición).
  1. Subordinadas de relativo: con pronombres y adverbios relativos (no son conjunciones).
  2. Subordinación adverbial propia.
    1. Tiempo: con adverbios (cuando, apenas, mientras) y locuciones conjuntivas: antes de que, a medida que, en cuanto, en tanto que, una vez que, según (que), desde que, hasta que.
    2. Lugar: con adverbios: donde.
    3. Modo: con adverbios (como, según) y otras locuciones conjuntivas: como si, según que...

7. MODISMOS Y EXPRESIONES FRASEOLÓGICAS
Unidades mayores que la palabra, con un alto grado de fijación en la forma y en el significado. No puede alterarse el orden de sus elementos, ni sustituir uno por otro: *a barrancas y trancas. Y también son fijas desde el punto de vista semántico, porque son idiomáticas o no composicionales (su significado no se deriva del de sus componentes). Ej: meter la pata, troncharse de risa, tomar el pelo, borrar del mapa, por si las moscas.
A veces se asocian con las llamadas colocaciones o solidaridades léxicas, que son combinaciones frecuentes de palabras que se convierten en clichés verbales: importancia capital, firmemente convencido, desempeñar un papel, fuente fidedigna. O con los refranes y las fórmulas del tipo usted dirá, ¡allá se las arregle! o habrase visto.
Todas ellas las estudia la Fraseología.
Dejamos aparte del estudio de la Morfología las interjecciones, que deberían trabajarse en los estudios pragmáticos, en el plano de la lingüística de la comunicación, textual.

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