Desde
finales del XIX, la poesía va a ir evolucionando hacia la
modernidad, centrada en el individuo, en lo subjetivo, en la
intimidad y en interior del ser humano. La influencia romántica
contribuirá al desarrollo de los movimientos denominados
“modernistas” (Jugendstil, Modernism, Art Nouveau, Imaginism…)
en todo el mundo.
1.
MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98
Tradicionalmente,
los autores de finales del siglo XIX y principios del XX han sido
divididos en dos grupos: modernistas y noventayochistas. Esta
separación se considera hoy superada, y tanto el Modernismo como la
Generación del 98 se contemplan como dos aspectos de un mismo
movimiento literario: la renovación poética de principios del siglo
XX.
El
término Modernismo es anterior al de Generación del
98. Desde finales del siglo XIX, se llamó modernistas a todos los
autores que querían renovar el panorama literario anterior: se
oponen al Realismo y a la poesía anterior (salvo Bécquer y Rosalía
de Castro). Este movimiento nace en América; representados
fundamentalmente por Rubén Darío, enseguida llega a España. El
Modernismo defiende el valor de lo subjetivo en el arte.
Pretenden el regreso a la belleza a través de recuperar los valores
sensoriales del verso. Se centran, pues, en la poesía.
El
Modernismo puede considerarse un neorromanticismo (se basa en
la libertad, la individualidad, el subjetivismo, la pasión, la
oscuridad), que busca un nuevo lenguaje basado en una nueva
sensibilidad. Para ello, se nutre de dos movimientos literarios
franceses de la segunda mitad del siglo XIX:
-
Parnasianismo (que busca la perfección formal; sus temas son los mitológicos, la Edad Media o los ambientes exóticos)
-
Simbolismo (busca ir más allá de la realidad y encontrar las significaciones profundas u ocultas; para ello recurren a los símbolos).
Además,
la influencia de la bohemia, de lo decadente (actitudes amorales y
antiburguesas), es evidente. En fin, los rasgos básicos
podrían ser:
-el culto a la belleza sensorial;
- la variedad de los ritmos y la musicalidad crean una poesía
sensual;
-se ensayan combinaciones rítmicas diversas y extrañas y la rima
acude a las esdrújulas y agudas;
-se usa la prosa poética, el versículo, el verso libre y el poema
en prosa;
-prima el subjetivismo;
-lo exterior, ajeno al poema, provoca insatisfacción y escapismo;
-se ahonda en la intimidad sentimental (el paisaje se corresponderá
simbólicamente con el sentimiento del poeta);
-usan un tono aristocrático y exquisito;
-la búsqueda de lo bello es el fin fundamental.
Autores
modernistas son el primer Machado, Villaespesa, Lugones, el primer
Valle, etc.
La
denominación Generación del 98 fue aplicada por José
Martínez Ruiz, “Azorín”, en el primer tercio del XX, con la
intención de crear una generación de prosistas y pensadores que se
separaran de los modernistas, considerados degenerados, y que se
identifican con la poesía de Darío.
El
término Generación del 98 se refiere a un grupo de autores
literarios preocupados por la marcha de España hacia la decadencia,
que analizan la conciencia nacional (el problema de España) y buscan
el conocimiento del país a través del acercamiento estético.
Demandaban la necesidad de la regeneración de España a
través de una reforma económica, social y educativa. Se desconfía
del racionalismo y se difunde el pensamiento vitalista de Bergson y
Nietzsche.
Como
generación, serían coetáneos (nacen entre 1864 y 1875),
tienen una formación intelectual semejante (liberalismo,
regeneracionismo, formación universitaria), los aglutina el desastre
del 98, poseen algunos presupuestos estéticos comunes y opuestos a
los de la generación anterior... Se considera que los autores
esenciales del 98 son: Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Pío
Baroja, Antonio Machado, Azorín, Valle Inclán y Ramiro de Maeztu. A
ellos se añade, coetáneamente, Juan Ramón Jiménez, que empezó
siendo modernista y acabó encuadrado en la llamada generación del
14.
Sus
temas son:
-España ( que inspira dolor y amor);
-la intrahistoria (la vida cotidiana, protagonista de la historia
real);
-preocupaciones existenciales; el paisaje: Castilla simbolizaba a
toda España, como base de regeneración;
-la literatura: se interesan por los clásicos, medievales y de los
Siglos de Oro.
Rasgos
estilísticos:
-exigente cuidado de la lengua (huida del tópico y búsqueda de la
palabra precisa);
-se centran en las ideas (para adentrarse en las almas, como propuso
Unamuno);
-sentido de la sobriedad y gusto por las palabras tradicionales,
esencia del alma del pueblo;
-reaccionan contra la retórica, el prosaísmo y la grandilocuencia
de la literatura anterior;
-poseen una visión subjetiva, lírica y sentimental del paisaje, que
asocian al estado de ánimo.
En
común, Modernismo y 98 poseen el mismo rechazo de la literatura
realista anterior, buscan un lenguaje literario diferente, más
claro, preciso y bello, defienden la belleza del arte por sí mismo
y poseen un fuerte espíritu de protesta.
Por
otra parte, y a grandes rasgos, se diferencian, según Dámaso
Alonso, en que el Modernismo será técnica y retoricismo formalista;
es europeísta y cosmopolita, sensual. Por su parte, la Generación
del 98 es una actitud: aunque cuidan la belleza de la prosa, se
caracterizarían por su antirretoricismo; se centran en el tema de
España y el análisis de la conciencia.
2. RUBÉN DARÍO (1867-1916)
Biografía
El
principal representante del Modernismo es el nicaragüense Rubén
Darío. Viajó por toda América, como periodista. En 1892 llega a
España. Vitalista, impulsivo, simboliza como nadie la rebeldía de
fin de siglo.
Trayectoria
Fijó
definitivamente este movimiento a partir de la publicación, en 1888,
de Azul, compendio de poemas (con gran variedad métrica) y
pequeños cuentos, que refleja todas las características del
Modernismo; presenta ya algunas preocupaciones características de
Darío, como la expresión de su insatisfacción ante la sociedad
burguesa. Consta de composiciones donde se manifiestan los rasgos de
la nueva estética: el exotismo, la elegancia, el sentimentalismo, el
erotismo y la preocupación por el ritmo y la musicalidad. Aparece
también la exaltación de los mitos autóctonos y un cierto rechazo
hacia lo español.
En
1896, publica Prosas profanas y otros poemas; será su libro
más vitalista; colección de poemas con mucha presencia de lo
erótico, así como del esoterismo; asimismo, lo exótico: la Francia
del siglo XVIII, la Italia y la España medievales, la mitología
griega; es una obra poblada de abates galantes, marquesas crueles,
princesas y cisnes, representa lo mejor del modernismo exotista).
También de 1896 es Los raros, emblemático por tratar sobre
escritores marcados por su malditismo.
En 1898
vuelve a Europa, a España y París. En 1905 publica Cantos de
vida y esperanza, los cisnes y otros poemas. La temática es
melancólica, triste y amarga (se centra en la propia existencia, el
tiempo, la muerte, la religión, el arte…). La universalidad que
había buscado en libros anteriores desaparece. En esta obra,
reflexiona acerca de las desilusiones de la vida y el posterior
retorno a la ilusión. Los tres ejes temáticos sobre los que se
sustenta la obra son la evasión aristocrática de la realidad, la
preocupación social y política y la inquietud personal.
En
1914, regresa a América. Muere en Nicaragua.
Estilo
En su
poesía, la música y el ritmo son esenciales; fue el gran renovador
de los recursos líricos, así como del lenguaje y de las
posibilidades rítmicas del castellano. Asimismo, el léxico
innovador y la utilización de palabras y expresiones, desde el
cultismo al arcaísmo, son sus marcas de estilo. La metáfora, la
sinestesia, el símbolo son elementos básicos. El erotismo, el
exotismo, el ocultismo y los temas cívicos y sociales dominan
temáticamente su obra. Su influencia sobre los autores españoles
posteriores es decisiva.
3. ANTONIO MACHADO (1875-1939)
Biografía
Nació
en Sevilla, y en 1883 toda su familia se trasladó a Madrid. Estudió
en la Institución Libre de Enseñanza. A finales del siglo XIX
estuvo en París, donde conoció las nuevas corrientes literarias:
Simbolismo y Modernismo. Desde 1907 ejerció como profesor en Soria,
donde se casó con Leonor Izquierdo, de dieciséis años, que murió
cinco años después. Desesperado, se traslada a Baeza, Segovia y
Madrid. Partidario de la República, vivió sucesivamente en
Valencia, Barcelona y, finalmente, llega a Collioure (Francia), un
pueblecito cercano a la frontera española, donde murió.
Estilo
Antonio
Machado se educó en la estética modernista y en el empleo de un
lenguaje simple y conmovedor. En su poesía observamos una doble
influencia: Romanticismo (Bécquer, Rosalía) y Simbolismo.
Para él, la poesía es la auténtica emoción humana, “palabra en
el tiempo”. Machado encaja dentro del Modernismo, pero también en
la Generación del 98, sobre todo a partir de 1912, con la
publicación de Campos de Castilla. Representa la unión de
ambos movimientos.
Temática
Los
temas principales de su poesía son: los recuerdos y
evocaciones de su propia vida, la preocupación por España (Castilla
y el paisaje de Soria como símbolos de la decadencia), el paso del
tiempo, la muerte y la búsqueda de lo espiritual.
Obra
En 1903
publica Soledades, ampliada en 1907, con Soledades,
galerías y otros poemas. Esta obra es fundamentalmente
modernista, intimista y neorromántica. El simbolismo
representa los estados de ánimo y las obsesiones del autor. Domina
un tono nostálgico, suavemente melancólico. Se aproxima a los
espacios a través del recuerdo, del sueño y las ensoñaciones. Los
temas son la angustia, el recuerdo, el tiempo, desde las llamadas
“galerías del alma”, buscando así la razón del ser. Todo se
subordina al tiempo: se intenta captar el momento, la vida, en
el poema; la angustia, la nostalgia, son constantes. Los símbolos
usados serán el agua, el río, el mar, la fuente, los relojes, la
tarde, el sueño, la rueda, el paisaje...
Su gran
obra, Campos de Castilla, llegó en 1912, ampliada en 1917.
Aparece el tema de Castilla (metonimia de todos los defectos
españoles), el sentimiento del poeta asociado al paisaje, la crítica
a la “España de charanga y pandereta”, la esperanza en la
juventud regeneracionista. El libro incluye poemas dedicados al
recuerdo de Leonor; también “Proverbios y cantares”
(composiciones breves, populares) y el largo romance “La tierra de
Alvargonzález”. Se trata de un poemario enraizado en la tierra
castellana, lo que impregna su estilo, su lenguaje y sus
sentimientos. El paisaje se fusiona con el alma: sus sentimientos se
proyectan sobre el paisaje, sugiriendo soledad y fugacidad. Se
critica el atraso y pobreza de Castilla; se denuncian los males
españoles (caciquismo, brutalidad). La poesía es realista y
objetiva.
Nuevas
canciones (1924) recoge poemas escritos en Baeza y Segovia. En
este libro adopta los metros cortos populares, la copla tradicional y
los recursos expresivos del cante jondo.
La poesía que Antonio Machado escribió posteriormente es escasa y de menor calidad. Pueden mencionarse “Canciones a Guiomar” (1929) y algunas poesías de guerra.
La poesía que Antonio Machado escribió posteriormente es escasa y de menor calidad. Pueden mencionarse “Canciones a Guiomar” (1929) y algunas poesías de guerra.
Su
dedicación a la poesía fue absoluta. Aun así, reunió sus escritos
en prosa más importantes en los dos volúmenes de Juan de Mairena
(1934-1939): el protagonista opina y discurre sobre los temas de
actualidad, políticos, literarios... por medio de lecciones.
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