miércoles, 9 de octubre de 2019

1. LA POESÍA A PRINCIPIOS DE SIGLO. MODERNISMO Y 98. RUBÉN DARÍO Y ANTONIO MACHADO.



Desde finales del XIX, la poesía va a ir evolucionando hacia la modernidad, centrada en el individuo, en lo subjetivo, en la intimidad y en interior del ser humano. La influencia romántica contribuirá al desarrollo de los movimientos denominados “modernistas” (Jugendstil, Modernism, Art Nouveau, Imaginism…) en todo el mundo.

1. MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98
Tradicionalmente, los autores de finales del siglo XIX y principios del XX han sido divididos en dos grupos: modernistas y noventayochistas. Esta separación se considera hoy superada, y tanto el Modernismo como la Generación del 98 se contemplan como dos aspectos de un mismo movimiento literario: la renovación poética de principios del siglo XX.

El término Modernismo es anterior al de Generación del 98. Desde finales del siglo XIX, se llamó modernistas a todos los autores que querían renovar el panorama literario anterior: se oponen al Realismo y a la poesía anterior (salvo Bécquer y Rosalía de Castro). Este movimiento nace en América; representados fundamentalmente por Rubén Darío, enseguida llega a España. El Modernismo defiende el valor de lo subjetivo en el arte. Pretenden el regreso a la belleza a través de recuperar los valores sensoriales del verso. Se centran, pues, en la poesía.

El Modernismo puede considerarse un neorromanticismo (se basa en la libertad, la individualidad, el subjetivismo, la pasión, la oscuridad), que busca un nuevo lenguaje basado en una nueva sensibilidad. Para ello, se nutre de dos movimientos literarios franceses de la segunda mitad del siglo XIX:
  1. Parnasianismo (que busca la perfección formal; sus temas son los mitológicos, la Edad Media o los ambientes exóticos)
  2. Simbolismo (busca ir más allá de la realidad y encontrar las significaciones profundas u ocultas; para ello recurren a los símbolos).

Además, la influencia de la bohemia, de lo decadente (actitudes amorales y antiburguesas), es evidente. En fin, los rasgos básicos podrían ser:

-el culto a la belleza sensorial;
- la variedad de los ritmos y la musicalidad crean una poesía sensual;
-se ensayan combinaciones rítmicas diversas y extrañas y la rima acude a las esdrújulas y agudas;
-se usa la prosa poética, el versículo, el verso libre y el poema en prosa;
-prima el subjetivismo;
-lo exterior, ajeno al poema, provoca insatisfacción y escapismo;
-se ahonda en la intimidad sentimental (el paisaje se corresponderá simbólicamente con el sentimiento del poeta);
-usan un tono aristocrático y exquisito;
-la búsqueda de lo bello es el fin fundamental.

Autores modernistas son el primer Machado, Villaespesa, Lugones, el primer Valle, etc.

La denominación Generación del 98 fue aplicada por José Martínez Ruiz, “Azorín”, en el primer tercio del XX, con la intención de crear una generación de prosistas y pensadores que se separaran de los modernistas, considerados degenerados, y que se identifican con la poesía de Darío.

El término Generación del 98 se refiere a un grupo de autores literarios preocupados por la marcha de España hacia la decadencia, que analizan la conciencia nacional (el problema de España) y buscan el conocimiento del país a través del acercamiento estético. Demandaban la necesidad de la regeneración de España a través de una reforma económica, social y educativa. Se desconfía del racionalismo y se difunde el pensamiento vitalista de Bergson y Nietzsche.
Como generación, serían coetáneos (nacen entre 1864 y 1875), tienen una formación intelectual semejante (liberalismo, regeneracionismo, formación universitaria), los aglutina el desastre del 98, poseen algunos presupuestos estéticos comunes y opuestos a los de la generación anterior... Se considera que los autores esenciales del 98 son: Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Pío Baroja, Antonio Machado, Azorín, Valle Inclán y Ramiro de Maeztu. A ellos se añade, coetáneamente, Juan Ramón Jiménez, que empezó siendo modernista y acabó encuadrado en la llamada generación del 14.

Sus temas son:
-España ( que inspira dolor y amor);
-la intrahistoria (la vida cotidiana, protagonista de la historia real);
-preocupaciones existenciales; el paisaje: Castilla simbolizaba a toda España, como base de regeneración;
-la literatura: se interesan por los clásicos, medievales y de los Siglos de Oro.

Rasgos estilísticos:
-exigente cuidado de la lengua (huida del tópico y búsqueda de la palabra precisa);
-se centran en las ideas (para adentrarse en las almas, como propuso Unamuno);
-sentido de la sobriedad y gusto por las palabras tradicionales, esencia del alma del pueblo;
-reaccionan contra la retórica, el prosaísmo y la grandilocuencia de la literatura anterior;
-poseen una visión subjetiva, lírica y sentimental del paisaje, que asocian al estado de ánimo.

En común, Modernismo y 98 poseen el mismo rechazo de la literatura realista anterior, buscan un lenguaje literario diferente, más claro, preciso y bello, defienden la belleza del arte por sí mismo y poseen un fuerte espíritu de protesta.
Por otra parte, y a grandes rasgos, se diferencian, según Dámaso Alonso, en que el Modernismo será técnica y retoricismo formalista; es europeísta y cosmopolita, sensual. Por su parte, la Generación del 98 es una actitud: aunque cuidan la belleza de la prosa, se caracterizarían por su antirretoricismo; se centran en el tema de España y el análisis de la conciencia.

2. RUBÉN DARÍO (1867-1916)

Biografía
El principal representante del Modernismo es el nicaragüense Rubén Darío. Viajó por toda América, como periodista. En 1892 llega a España. Vitalista, impulsivo, simboliza como nadie la rebeldía de fin de siglo.

Trayectoria
Fijó definitivamente este movimiento a partir de la publicación, en 1888, de Azul, compendio de poemas (con gran variedad métrica) y pequeños cuentos, que refleja todas las características del Modernismo; presenta ya algunas preocupaciones características de Darío, como la expresión de su insatisfacción ante la sociedad burguesa. Consta de composiciones donde se manifiestan los rasgos de la nueva estética: el exotismo, la elegancia, el sentimentalismo, el erotismo y la preocupación por el ritmo y la musicalidad. Aparece también la exaltación de los mitos autóctonos y un cierto rechazo hacia lo español.

En 1896, publica Prosas profanas y otros poemas; será su libro más vitalista; colección de poemas con mucha presencia de lo erótico, así como del esoterismo; asimismo, lo exótico: la Francia del siglo XVIII, la Italia y la España medievales, la mitología griega; es una obra poblada de abates galantes, marquesas crueles, princesas y cisnes, representa lo mejor del modernismo exotista). También de 1896 es Los raros, emblemático por tratar sobre escritores marcados por su malditismo.

En 1898 vuelve a Europa, a España y París. En 1905 publica Cantos de vida y esperanza, los cisnes y otros poemas. La temática es melancólica, triste y amarga (se centra en la propia existencia, el tiempo, la muerte, la religión, el arte…). La universalidad que había buscado en libros anteriores desaparece. En esta obra, reflexiona acerca de las desilusiones de la vida y el posterior retorno a la ilusión. Los tres ejes temáticos sobre los que se sustenta la obra son la evasión aristocrática de la realidad, la preocupación social y política y la inquietud personal.

En 1914, regresa a América. Muere en Nicaragua.

Estilo
En su poesía, la música y el ritmo son esenciales; fue el gran renovador de los recursos líricos, así como del lenguaje y de las posibilidades rítmicas del castellano. Asimismo, el léxico innovador y la utilización de palabras y expresiones, desde el cultismo al arcaísmo, son sus marcas de estilo. La metáfora, la sinestesia, el símbolo son elementos básicos. El erotismo, el exotismo, el ocultismo y los temas cívicos y sociales dominan temáticamente su obra. Su influencia sobre los autores españoles posteriores es decisiva.

3. ANTONIO MACHADO (1875-1939)

Biografía
Nació en Sevilla, y en 1883 toda su familia se trasladó a Madrid. Estudió en la Institución Libre de Enseñanza. A finales del siglo XIX estuvo en París, donde conoció las nuevas corrientes literarias: Simbolismo y Modernismo. Desde 1907 ejerció como profesor en Soria, donde se casó con Leonor Izquierdo, de dieciséis años, que murió cinco años después. Desesperado, se traslada a Baeza, Segovia y Madrid. Partidario de la República, vivió sucesivamente en Valencia, Barcelona y, finalmente, llega a Collioure (Francia), un pueblecito cercano a la frontera española, donde murió.

Estilo
Antonio Machado se educó en la estética modernista y en el empleo de un lenguaje simple y conmovedor. En su poesía observamos una doble influencia: Romanticismo (Bécquer, Rosalía) y Simbolismo. Para él, la poesía es la auténtica emoción humana, “palabra en el tiempo”. Machado encaja dentro del Modernismo, pero también en la Generación del 98, sobre todo a partir de 1912, con la publicación de Campos de Castilla. Representa la unión de ambos movimientos.

Temática
Los temas principales de su poesía son: los recuerdos y evocaciones de su propia vida, la preocupación por España (Castilla y el paisaje de Soria como símbolos de la decadencia), el paso del tiempo, la muerte y la búsqueda de lo espiritual.

Obra
En 1903 publica Soledades, ampliada en 1907, con Soledades, galerías y otros poemas. Esta obra es fundamentalmente modernista, intimista y neorromántica. El simbolismo representa los estados de ánimo y las obsesiones del autor. Domina un tono nostálgico, suavemente melancólico. Se aproxima a los espacios a través del recuerdo, del sueño y las ensoñaciones. Los temas son la angustia, el recuerdo, el tiempo, desde las llamadas “galerías del alma”, buscando así la razón del ser. Todo se subordina al tiempo: se intenta captar el momento, la vida, en el poema; la angustia, la nostalgia, son constantes. Los símbolos usados serán el agua, el río, el mar, la fuente, los relojes, la tarde, el sueño, la rueda, el paisaje...

Su gran obra, Campos de Castilla, llegó en 1912, ampliada en 1917. Aparece el tema de Castilla (metonimia de todos los defectos españoles), el sentimiento del poeta asociado al paisaje, la crítica a la “España de charanga y pandereta”, la esperanza en la juventud regeneracionista. El libro incluye poemas dedicados al recuerdo de Leonor; también “Proverbios y cantares” (composiciones breves, populares) y el largo romance “La tierra de Alvargonzález”. Se trata de un poemario enraizado en la tierra castellana, lo que impregna su estilo, su lenguaje y sus sentimientos. El paisaje se fusiona con el alma: sus sentimientos se proyectan sobre el paisaje, sugiriendo soledad y fugacidad. Se critica el atraso y pobreza de Castilla; se denuncian los males españoles (caciquismo, brutalidad). La poesía es realista y objetiva.

Nuevas canciones (1924) recoge poemas escritos en Baeza y Segovia. En este libro adopta los metros cortos populares, la copla tradicional y los recursos expresivos del cante jondo.
La poesía que Antonio Machado escribió posteriormente es escasa y de menor calidad. Pueden mencionarse “Canciones a Guiomar” (1929) y algunas poesías de guerra.

Su dedicación a la poesía fue absoluta. Aun así, reunió sus escritos en prosa más importantes en los dos volúmenes de Juan de Mairena (1934-1939): el protagonista opina y discurre sobre los temas de actualidad, políticos, literarios... por medio de lecciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario