miércoles, 2 de septiembre de 2020

BLOQUE 5 (3 PTOS.): La recepción de espectáculos escénicos.


1. Análisis crítico de un espectáculo escénico al que hayas asistido: a)Identificación y descripción del espectáculo. Circunstancias de la representación. b)Valoración fundamentada de los principales aspectos de la obra. (SIEMPRE)

Os proporcionaré un ejemplo. De cualquier manera, puede realizarse una crítica de una obra que hayáis visto en directo o a través de internet, real o imaginaria. La cuestión es tratar todos los elementos necesarios, con una valoración metódica y fundamentada, con una opinión y un juicio sobre los elementos, significado y características, con razones; debe analizar el espectáculo en sus características técnicas y artísticas particulares, y justificar si son o no adecuados.
Aspectos que deben valorarse: ver siguiente.
2. Concepto y características de la crítica escénica. Aspectos principales del análisis crítico de un espectáculo escénico. (2 VECES)

Será la valoración de un espectáculo que se hace de manera técnica y especializada, y se expresa públicamente. Características: apreciar el espectáculo, analizarlo y evaluarlo, formarse una opinión, plasmarla razonadamente y difundirla.
Finalidad de la crítica: informativa, didáctica, persuasiva, de libre expresión, selectiva (premios), publicitaria; así, y en general, existirá una crítica forzada (pautas, por beneficios económicos) e independiente.
Los críticos escénicos: examinan y emiten un juicio concreto sobre el espectáculo, evaluando todos los factores (texto, elementos dramáticos, interpretación, ritmo escénico, música, luz, sonido, complementos escénicos…). La mirada crítica es siempre subjetiva, y por ello discutible.
La difusión pública se realiza a través de los medios de comunicación.
La aceptación de la crítica: ejerce influencia en público y creadores, para bien o para mal.
Aspectos que deben valorarse:
a. generales (rama escénica, tipo de espectáculo, género y estilo general de la obra, especialidad escénica),
b. narrativo-dramáticos (título, tema y argumento, estructura dramática, planteamiento de los elementos dramáticos, lenguaje),
c. expresivos del montaje (adaptación, puesta en escena de los elementos dramáticos, interpretación, recursos plásticos, recursos sonoros),
d. otros (duración, ritmo, finalidad, valores éticos, estéticos, filosóficos, sociales, originalidad, dificultad escénica, adecuación al público…).

3. Definición del público escénico y sus principales características (2 VECES)

El público es imprescindible; sin receptor, no hay comunicación escénica. Sería el conjunto de personas reunidas en un mismo lugar para contemplar y vivir/sentir/experimentar un espectáculo. Características: receptor del acto comunicativo, agente activo (reacciona, siente, se conmueve, reflexiona, comparte, disiente, etc), es parte de un acontecimiento social (se crean relaciones, influye en la representación), es consumidor y crítico (valora, decide).
Motivaciones del público: diversión, afán de cultura o aprendizaje, deseo de estímulos y respuestas activas, necesidad de relaciones sociales, placer de asistir al rito teatral.
En cuanto a los tipos, cada uno tiene unos intereses, gustos y expectativas distintas, por lo que elegirá diferente. Brevemente, podríamos clasificarlos de acuerdo con su edad, por la frecuencia con la que asiste, de acuerdo con la intención previa, por el nivel cultural o por la forma escénica preferida: mayor o menor afinidad según elijan.
El público es el protagonista del proceso de recepción, en el que intervienen múltiples factores (históricos, culturales, sociales…), y que consiste en percibir sensorialmente el espectáculo, construir el mensaje, establecer el contacto social entre los espectadores mismos, producir los ingresos y dictaminar acerca de la obra, marcando así su éxito o fracaso.
4. Aspectos básicos del proceso de recepción. (2 VECES)

Se trata de un proceso por el que el espectador percibe, acoge y asimila activamente la obra escénica. Intervienen múltiples factores históricos, culturales, sociales…
-Primer aspecto: la percepción del espectador: interviene lo sensorial: visualidad y audibilidad; la percepción es subjetiva; cada percepción es independiente y la elige el espectador.
-Segundo aspecto: la construcción del mensaje: lo construye el espectador desde los signos y símbolos escénicos; otorga un significado concreto, saca sus conclusiones: ahí radica su placer; se basa en la dualidad creencia/no creencia acerca de lo que ve.
-Tercer aspecto: la dimensión social del espectáculo: los espectadores establecen contacto entre sí, generando una respuesta emocional compartida; y también lo establecen con la escena, un intercambio constante de energía; se retroalimentan.
-Cuarto aspecto: el factor económico en la recepción de espectáculos: la inversión requiere ingresos: la taquilla requiere difusión.
-Quinto aspecto: la aceptación del público: éxitos y fracasos: se distingue éxito económico, de crítica y propio.

5. Tipología del público escénico.

El público es imprescindible; sin receptor, no hay comunicación escénica. Sería el conjunto de personas reunidas en un mismo lugar para contemplar y vivir/sentir/experimentar un espectáculo. Sus rasgos fundamentales son que es receptor del acto comunicativo, agente activo (reacciona, siente, se conmueve, reflexiona, comparte, disiente, etc), es parte de un acontecimiento social (se crean relaciones, influye en la representación), es consumidor y crítico (valora, decide).
Sus motivaciones son diversas: diversión, afán de cultura o aprendizaje, deseo de estímulos y respuestas activas, necesidad de relaciones sociales, placer de asistir al rito teatral.
Planteamos una tipología en la que intentamos dar cabida a todas las variables posibles, aunque somos conscientes de la dificultad de abarcar la variedad existente. Cada persona tiene unos intereses, gustos y expectativas distintas, por lo que elegirá de manera diferente. Sin embargo, planteamos esquemáticamente la siguiente tipología:
1. Por la edad: infantil, juvenil, adulto. Ni los temas, ni la puesta en escena, ni lo códigos, serán semejantes según sea la edad esperable: no necesariamente más sencillo, como tiende a creerse, sino diferente, con unas necesidades comunicativas diversas.
2. Por la frecuencia con la que asiste: asiduo (exigente), ocasional. Evidentemente, cuanto más acostumbrados a ver espectáculos escénicos estemos, mayor será la exigencia que planteemos al que estamos presenciando; y, al revés, cuanto menos acostumbrados, normalmente la capacidad de sorpresa también será mayor y por ello más sencilla la recepción acrítica.
3. Por la intención previa: deliberado (motivado), casual. En la misma línea, el espectador que conscientemente elige un espectáculo, que prepara su visita, que ya ha reflexionado sobre ello, será más crítico, estará más informado y por ello el proceso de recepción será más profundo.
4. Por el nivel cultural: culto y popular. El espectador culto cuenta con un marco de referencias mayor; no es el factor único, pero sí es cierto que a mayor conocimiento, mayor posibilidad de plantear y plantearse preguntas y de cuestionar el espectáculo mismo, al relacionarlo con otros leídos o presenciados.
5. Por la forma escénica preferida: mayor o menor afinidad según se elija, puesto que la frustración y la decepción influirán decisivamente en la opinión que nos hagamos del espectáculo, pese a que, independientemente del gusto del público por, como ejemplo, el teatro o el circo, el espectáculo posea una serie de características objetivas que defiendan su valía dentro del tipo escénico en el que se ubique.

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