martes, 29 de octubre de 2019

4. LA POESÍA EN EL NOVECENTISMO, LAS VANGUARDIAS Y LA GENERACIÓN DEL 27. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.



  1. EL NOVECENTISMO O GENERACIÓN DEL 14

Sostienen que los problemas políticos deben defenderse mediante la política (apoyaban las reformas sociales y políticas), y que la literatura debe crear mundos autónomos (arte puro y deshumanizado) donde lo importante es la belleza de la creación literaria. El ensayo es esencial.

Se considera que fue esta una generación de intelectuales, bajo el magisterio de Ortega y Gasset, que se preocupó por la renovación formal de los géneros literarios, además de sustentar la literatura en conceptos filosóficos modernos. Apoyaron la introducción de la vanguardia y la renovación literaria. Por lo que se refiere a los elementos estilísticos, serían el intelectualismo, la persecución de la belleza formal y el afán de perfección.

El poeta principal de este grupo es objeto de estudio pormenorizado más abajo, con lo que sólo trataremos, brevemente, del guía generacional:
  • José Ortega y Gasset: autor de incontables ensayos, entre los que destacan La deshumanización del arte, España invertebrada o La rebelión de las masas; fundador de la Revista de Occidente, agitador cultural y guía generacional.


  1. LAS VANGUARDIAS

En el primer tercio del siglo XX, aparecen en Europa una gran cantidad de movimientos culturales y artísticos basados en la provocación, la ruptura y el intento de buscar caminos nuevos al arte. Quieren romper con los convencionalismos éticos y estéticos del XIX y provocar con nuevas formas de expresión.
Rasgos:
-oposición a la lógica y a la racionalidad,
-exaltación de la imaginación creadora,
-experimentación continua en busca de la originalidad,
-defensa del arte por el arte, alejado de la realidad,
-carácter minoritario y elitista.
-se basan en la impresión subjetiva como punto de partida: la realidad se borra;
-el irracionalismo verbal y la imagen visionaria comunican sus sentimientos personales.

Cubismo: desde 1907, se intenta la descomposición de la realidad por la captación intelectual de los objetos, recomponiéndola libremente mezclando imágenes, palabras azarosas, conceptos, etc. La influencia literaria se ve en los Caligramas, de Apollinaire.

Futurismo: en 1909, el italiano Marinetti, publica el Manifiesto futurista; rechaza los temas líricos tradicionales y exalta las máquinas, los avances tecnológicos, la velocidad. Rompen la sintaxis habitual, eliminan la puntuación y unen palabras al azar para formar poemas.

Dadaísmo: nace en 1916. Hugo Ball y Tristán Tzara proponen la liberación de la fantasía y el poder creador por medio de un lenguaje incoherente. Se basa en el juego y la rebeldía frente a la lógica, contra las convenciones estéticas y el sentido común.

Surrealismo: a partir del Dadaísmo, encuentra su base en el Manifiesto del Surrealismo, publicado en 1924 por André Breton. La teoría freudiana del subconsciente se añade a las teorías sociales de Marx y al irracionalismo. Breton habla de automatismo psíquico (pensamiento al dictado del inconsciente: asociaciones libres, metáforas insólitas, imágenes oníricas y delirantes) como base. La escritura automática será la principal técnica literaria. Probablemente es el movimiento que más influye en España, sobre todo en la generación del 27: Cernuda (Los placeres prohibidos), Alberti (Sobre los ángeles) o Lorca (Poeta en Nueva York).

En España, el impulsor de las vanguardias fue Ramón Gómez de la Serna (1888-1963), que participó y defendió las nuevas tendencias. Creó la greguería hacia 1910. Se trata de frases breves que recogen una idea original o una metáfora insólita a través del humor, el lirismo y el juego verbal.

En España nació el Ultraísmo (que toma el nombre de la revista “Ultra”), una mezcla de Futurismo y Dadaísmo. Utilizó el verso libre, las imágenes, las metáforas y los poemas visuales.

El
Creacionismo fue fundado en 1916 por el chileno Vicente Huidobro, que en 1918 dio a conocer este ismo en España. Se propone crear una nueva realidad en el poema.

  1. LA GENERACIÓN DEL 27

La nómina de estos poetas, según la Antología de Gerardo Diego, de 1931, estaría compuesta por: Rafael Alberti, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y el mismo antólogo, a los que suele unirse Miguel Hernández. Además, debería mencionarse como parte de la generación poética a Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Carmen Conde o María Teresa León.

El hecho de que aparezcan juntos da una idea de grupo, igual que las colaboraciones en las mismas revistas, la admiración por los poetas de los Siglos de Oro y por la poesía popular, por Bécquer, Juan Ramón y Rubén Darío, así como por la poesía contemporánea (vanguardias). Para algunos (Lorca, Alberti) la Residencia de Estudiantes de Madrid fue un lugar de encuentro. Otros (Alonso, Lorca, Guillén, Alberti, Diego) acudieron a los actos del centenario de Góngora de 1927. Se unieron en proyectos diversos (revistas, homenajes, antologías, etc), con una vocación de renovación lírica.

En principio, tuvieron una evolución conjunta, de la poesía pura previa a 1927, pasando por el Surrealismo y la protesta por los fascismos, y llegando al humanismo dolorido del exilio y la posguerra. Pero cada poeta evolucionará a su manera. No hay unos rasgos comunes de estilo, a pesar de que algunos opten, en determinados momentos, por temas o ambientes similares.

-1ª etapa: 1922-28: poesía pura, intelectual, basada en la metáfora y la imagen, en Juan Ramón y en lo popular; se fusionan, como en el Romancero gitano, Cántico y Marinero en tierra.

-2ª etapa: 1928-31: el Surrealismo entra con fuerza. Menos irracional, tomó el gusto por la transgresión, rechaza lo ornamental, explota el antisentimentalismo, el mundo onírico e inconsciente y el desarrollo de los deseos escondidos, con un lenguaje impactante y potente. Usaron las imágenes visionarias, el verso libre y las enumeraciones caóticas. Los placeres prohibidos, Sobre los ángeles, Espadas como labios, Poeta en Nueva York serían ejemplos.

-3ª etapa: en la década de los 30, se producirá una progresiva rehumanización de la poesía, y un mayor compromiso político. La “poesía sin pureza” de Neruda, inmersa en las circunstancias sociales y humanas concretas, será la influencia principal.

-4ª etapa: el exilio, ya sea externo: Cernuda, Salinas, Prados, Guillén, Alberti; o interno: Aleixandre. Lorca, muerto. Temas: nostalgia de la tierra y de los amigos perdidos, el desarraigo. La poesía se hace más grave y preocupada, y se reflejan los problemas humanos y sociales.

De entre todo el grupo, por exigencias de tiempo y espacio, destacaremos a estos autores:
  1. Vicente Aleixandre. Para él, poesía es comunicación. Su poesía ansía la fusión entre el hombre y la naturaleza, con un lenguaje imaginativo y surreal. Obras: La destrucción o el amor, Pasión de la tierra, Sombra del paraíso, Historia del corazón...

  1. Luis Cernuda. Recoge toda su poesía en La realidad y el deseo. El Surrealismo, el Romanticismo y un estilo coloquial y directo son sus rasgos. Temas: afirmación del placer, poesía como modo de vida, la soledad. Sintetiza lo vanguardista, con un lenguaje poético mezcla de sencillez y elaboración, con un ritmo de poesía clásica.

  1. Federico García Lorca. Predomina en su obra un tono trágico. Crea metáforas e imágenes de una gran originalidad y fuerza expresiva.
En sus temas aparecen constantemente elementos del folclore andaluz (neopopularismo) unidos a la experimentación.
Posee un estilo poético propio, basado en los símbolos, como la luna, el agua, la sangre, el caballo y su jinete, hierbas y metales. La metáfora es el procedimiento central de su estilo: gran condensación expresiva y de contenidos.
Obras: Poema del cante jondo (neopopularista), Romancero gitano (la cultura gitana, símbolo de un pueblo perseguido; lenguaje fusión de lo popular y lo culto), Poeta en Nueva York (la angustia y deshumanización se traduce en imágenes visionarias surrealistas), Diván de Tamarit, Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, Sonetos del amor oscuro.

  1. Miguel Hernández (1910-42) construyó una poesía apasionada, honda y vitalista, entre la tradición y la vanguardia. Obras: El rayo que no cesa, Elegía a Ramón Sijé y Cancionero y romancero de ausencias.

  1. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (1881-1958)

Biografía
Nacido en Moguer (Huelva), comienza a pintar y a escribir poesía desde muy joven. En 1900 fue a Madrid a “luchar por el Modernismo”. Poco a poco se convierte en un maestro para los demás poetas. En 1916 se casa con Zenobia Camprubí. Al comenzar la Guerra Civil, se exiliaron en diversos países hispanoamericanos. Se establecen en Puerto Rico en 1951. Allí, recibió el premio Nobel de literatura en 1956.

Estilo
Es difícil clasificar a este autor dentro de un movimiento literario determinado. Muestra características neorrománticas, modernistas, novecentistas y vanguardistas. Esta evolución nos hace pensar en un poeta en constante experimentación, con una poesía dedicada “a la minoría, siempre”.

Trayectoria
Por edad, pertenece a la Generación del 14 o Novecentismo, pero sus primeras obras beben de la fuente de Bécquer y del Modernismo; evoluciona hacia una poesía más barroca, más modernista; desde 1916, la poesía se va desnudando, es poesía pura, más intelectual y difícil; la tercera y última etapa sería la poesía del destierro, cada vez más profunda y metafísica. De este modo, suele estudiarse su poesía de acuerdo con el siguiente esquema:

  1. Etapa sensitiva: hasta 1915, de una marcada influencia modernista, romántica y simbolista. Los libros más reseñables serían Arias tristes, Jardines lejanos o Baladas de primavera. Hacia 1908, su poesía va sufriendo una evolución hacia el intimismo, influida por Darío: La soledad sonora, Laberinto. También escribe el libro de prosa poética Platero y yo.

  1. Etapa intelectual, o de la poesía pura. Diario de un poeta recién casado (1916) es la obra magna. Se introducen motivos como el mar, los hombres y calles de Nueva York, se mezcla la prosa y el verso y el lenguaje va tendiendo hacia lo esencial. Hasta 1936, otras obras son Eternidades, Belleza, Piedra y cielo.

  1. Etapa suficiente, del exilio. Poesía profunda, metafísica, de un cierto misticismo panteísta (dios es la Naturaleza, la Belleza absoluta). Es una poesía total, de hallazgo fundamental: la Poesía, la Belleza, es el sentido de la existencia. Libros como En el otro costado (1936-42), Dios deseado y deseante (1949) o el poema en prosa Espacio (1954), basado en la libre asociación de sensaciones y recuerdos, constituyen el culmen de su obra, y una de las cimas de la poesía del XX.

La poesía de Juan Ramón abarca todos los registros de la época que vivió, más los que inventa, además de recoger lo más fecundo de la tradición. Una obra ingente, inclasificable, que continuamente va ampliándose. Juan Ramón Jiménez representa la cima de la poesía española en este siglo, y es el poeta más influyente sobre la poesía posterior. Fue un poeta consagrado a su obra, a la Poesía. De una sensibilidad exagerada, la búsqueda de la Belleza es su afán primordial.

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