lunes, 27 de enero de 2020

8. LA POESÍA DESDE “LOS NOVÍSIMOS” A LA ACTUALIDAD


El panorama literario que se dibuja en los años 70 es sumamente complejo. Hay poetas que, por distintas razones, han quedado fuera de las clasificaciones generacionales. A partir de la Transición, se empiezan a dar a conocer. Por razones de espacio, sólo mencionaremos sus nombres: Juan Gil-Albert, Juan Eduardo Cirlot, Gloria Fuertes, José Agustín Goytisolo, Antonio Gamoneda, María Victoria Atencia o César Simón.

Además, los poetas supervivientes de las generaciones anteriores (Aleixandre, Alberti, Hierro, Caballero Bonald, Ángel González, etc) continuarán publicando en lo que resta del siglo.

  1. Novísimos
En 1970, la antología Nueve novísimos poetas españoles marca la aparición del grupo, caracterizado por el esteticismo, el culturalismo y la recuperación de las vanguardias. Les importan más la experimentación y renovación formales que los contenidos. Temáticamente, van de lo personal a lo público. El poeta más importante es Pere Gimferrer.

  1. Evolución de los novísimos
A finales de los 70, los “novísimos” van notando el cansancio estético. Los novísimos históricos, salvo Gimferrer y Carnero, a partir de 1975 vuelven, en general, al intimismo y la contención clásica.

Muy cercano a ellos, Antonio Colinas logra ya su madurez con Sepulcro en Tarquinia (75), poemario modernista, centrado en el amor, la muerte, el arte y la naturaleza.

Jaime Siles, que comenzó con una poesía pura, pasa en los 80 a la reflexión sobre el lenguaje. En Semáforos, semáforos (90) vuelve a los temas cotidianos, aunque con léxico insólito.

Luis Antonio de Villena parte de dos temas fundamentales: la belleza y el deseo. Culturalismo, poesía de la experiencia, reflexión estética y anecdotario erótico son sus fundamentos.

Luis Alberto de Cuenca continúa con ese culturalismo hasta los 80, cuando introduce referencias al cine, humor, prosaísmo, cotidianeidad y trasfondo cultural.

Jenaro Talens comienza con un tono meditativo en los 70, para, desde los 80, pasar a la metapoesía y a un punto medio de confesionalidad, realismo y abstracción.

Leopoldo Mª Panero, maldito, convierte la locura en tema poético.

  1. Coetáneos al margen de los novísimos
Consiguieron la difusión y reconocimiento ya en los 80: Juan Luis Panero, Antonio Carvajal o Aníbal Núñez son representantes de una poesía que va del culturalismo a lo simbólico.

Clara Janés empieza con libros novísimos, pero será en los 80 cuando consigue el aplauso con su poesía musical y de influencia surrealista.

Miguel D'Ors comienza con libros conservadores temáticamente (religión, familia), pero que van enriqueciéndose expresivamente: desde los 80, evoca su infancia, ironiza acerca del presente, con un lenguaje coloquial y, sin embargo, original.

También cabe mencionar a José Miguel Ullán, ejemplo de poesía experimental y compleja.

  1. Los años 80 y 90
A partir de los 80 comienzan a publicar una infinidad de poetas, de todas las tendencias imaginables. Rompen con los novísimos, conceden más importancia a la tradición que a la originalidad, a la emoción que al estilo. Habría poetas neorromanticistas, humoristas, irónicos, neopuristas y conceptualistas, comprometidos y ecologistas... Hay tendencias diversas, como siempre, pero sin conflictos. Puede intentarse agruparlos:

a. La recuperación del realismo (se desarrolla más abajo). Con la antología La otra sentimentalidad (83) se promociona a poetas como Javier Egea o Luis García Montero. También están en esta corriente Juaristi, Benítez Reyes, Gallego o Marzal.

b. La escuela de “Trieste”(editorial): Andrés Trapiello, Ángel Rupérez. Predominan en ellos los valores pictóricos, los matices sentimentales y las atmósferas sugerentes.

c. La nueva épica: Julio Llamazares o Juan Carlos Mestre, poesía de rescate de una memoria colectiva.

d. El neosurrealismo. Blanca Andreu y el éxito de De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall (81), basado en los valores irracionales del lenguaje. También Pedro Casariego Córdoba o Luisa Castro.

e. Minimalismo y conceptualismo: Diego Doncel, Justo Navarro.

f. Tradicionalismo. La reivindicación de la métrica clásica: Carvajal.

g. Hacia un nuevo erotismo: Juan Antonio González Iglesias.

h. Otros nombres: Miguel Ángel Velasco, Carmen Jodra, Miriam Reyes, Elena Medel, Roger Wolfe, Andrés Neuman, Fruela Fernández...

Por otro lado, en los 80 y 90 se enfrentaron dos grupos: las llamadas “poesía del silencio” y “poesía de la experiencia”. Desde finales del XIX, se puede pensar que existen dos maneras diferentes de entender la poesía:
-la poesía pura, que refleja en el poema la esencia de las cosas en un lenguaje desnudo; representada por Juan Ramón, Valéry, Mallarmé, Celan...
-y la impura, que trata de reflejar al hombre en su entorno histórico y social, con un lenguaje sencillo y coloquial. Es la de Neruda, Alberti, Miguel Hernández, Cernuda, Machado…

1. La poesía del silencio es heredera de la poesía pura y del existencialismo, en su desolada visión del hombre. José Ángel Valente, desde los 80, la representó como nadie, en títulos como Mandorla, y en ensayos como Las palabras de la tribu.
Estilo
Esta poesía del silencio se interroga sobre la capacidad de la palabra de comunicar la esencia de las cosas; los poetas indagan sobre lo trascendente del ser humano, pero sin acudir a lo religioso. Perciben que el lenguaje es insuficiente para expresar el dolor de la existencia. Así, los versos suelen ser cortos, fragmentados, con espacio para la sugerencia; son poemas breves, condensados; predomina lo abstracto y conceptista, para emocionar a través de la inteligencia y la sensibilidad; el lector completa el poema, a través de las sugerencias.
Autores
Poetas cercanos a esta corriente son: Chantal Maillard, Olvido García Valdés, Andrés Sánchez Robayna, Ada Salas o Antonio Gamoneda.

2. Por su parte, el término poesía de la experiencia ya fue aplicado a los poetas del 60. Se enfatiza la enunciación de la 1ª persona, asociada a la búsqueda de una sentimentalidad asociada al realismo y al marxismo, a Machado, Gil de Biedma y Ángel González.
Estilo
El poeta de la experiencia cuenta lo que le pasa y describe dónde le pasa. Algunos rasgos son:
-se recupera un tono y una lengua conversacionales y se rechaza a los novísimos;
-la poesía es un género de ficción, en el que se pueden fingir las emociones y experiencias para expresar las comunes a las personas, con lo que el poema no es confesión, sino representación;
-hay un cierto distanciamiento, a través de la ironía o la evocación de un personaje alejado del poeta, en monólogo dramático, de la reflexión sobre la vida;
-la lengua es sencilla, en apariencia, con una mezcla de narratividad y lirismo, que busca comunicarse con el lector;
-en cuanto a la métrica, van de los tradicionales soneto o tercetos encadenados al endecasílabo y el heptasílabo blancos, además del verso libre;
-los temas van de lo amoroso urbano hasta la reflexión y la angustia por el paso del tiempo, además del correlato entre naturaleza y sentimientos.
Autores
Luis García Montero ha encarnado la fidelidad a un tono preocupado y canalla, de poesía cercana a lo cotidiano pero también enigmática, con una lengua muy cuidada: Completamente viernes, Vista cansada.
Otros autores son Jon Juaristi, Luis Alberto de Cuenca o Miguel d'Ors. Más jóvenes, Carlos Marzal, Luis Muñoz, Aurora Luque y Vicente Gallego.
Este realismo ha derivado hacia lo reflexivo e intimista.

  1. El siglo XXI

En nuestra realidad, cada vez más centrada en lo breve y fragmentario, la poesía puede tender el puente que una un mensaje electrónico con toda una tradición literaria. En los nuevos caminos y los nuevos nombres de los poetas españoles, no existe una tendencia única, ni un nombre generacional para agruparlos, ni siquiera ese tópico parricidio estético.

En antologías como La inteligencia y el hacha se refleja una generación distinta a la de los ochenta pero que de alguna manera entronca con los Novísimos. En el ensayo Mejorando lo presente. Poesía española última: posmodernidad, humanismo y redes, se afirma que la poesía se ha vuelto "promiscua, disponible y viajera" e invade por ello "las nuevas geografías virtuales": es decir, hay que estudiar el ciberactivismo literario. La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger reúne la obra de 13 mujeres poetas, que el antólogo leyó o descubrió por primera vez en Internet, en un blog o en una revista digital. Se habla con optimismo de Internet y de las redes sociales para captar nuevos lectores.

Los éxitos de autores como Elvira Sastre o Marwan no hacen más que reafirmar esa tendencia y esa nueva manera de darse a conocer por parte de los poetas contemporáneos. Autores muy recientes, además de los mencionados, serían Luna Miguel, Ana Patricia Moya, Alberto Acerete, Ángela Segovia, Mercedes Cebrián…

Además de lo citado, cabe destacar que los dominios de la poesía en la época que vivimos se expanden a través de la fotografía (poesía visual, metafórica, de artistas como Chema Madoz), la perfopoesía (o poesía a través de la actuación, del movimiento, de la música; un ejemplo sería el festival anual de Sevilla) o, qué duda cabe, la obra de algunos de los músicos actuales (el citado Marwan o Guille Galván, de Vetusta Morla, entre otros).

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