1.
La teoría de la interpretación de Denis Diderot. (3
VECES)
Siglo
XVIII: La
paradoja del comediante:
el actor, con su imaginación y memoria (ordenados racionalmente),
imita los signos externos (gestos, palabras, voz, ritmo) de los
sentimientos: suscita emociones sin sentirlas él mismo. Debe
olvidarse de sí.
En
La
paradoja del comediante,
Diderot plantea la tesis de que los grandes artistas son grandes
imitadores de la naturaleza, fundamentalmente porque son espectadores
asiduos de lo que sucede «en torno a ellos en el mundo físico y
moral». Ahora bien, en el artista la razón debe estar por encima de
la sensibilidad para conseguir el fin específico: conmover al
espectador. Esta es la gran paradoja: el actor debe provocar la
emoción del espectador, pero debe controlar en todo momento su
propia emoción. Al imitar la naturaleza, el buen artista no la
copia: la interpreta. El mundo cotidiano y mundo del arte son
distintos; el comediante no hace nada en la sociedad como lo hace en
escena, que «es otro mundo» resultante del «modelo ideal imaginado
por el poeta». Es decir, hay que establecer una diferencia entre el
ámbito de la cotidianeidad y el estatuto del arte, entre los seres
imaginarios y los seres reales; entre el hombre cotidiano y el hombre
que lo representa.
Para
Diderot el mejor actor no es aquel que consigue esporádicamente
grandes actuaciones obedeciendo los impulsos de su naturaleza, sino
aquel que es frío y metódico. Pues mientras que la sensibilidad
está ligada a la debilidad, la razón permite articular en el
escenario, un sistema que puede ser repetido y mejorado
metódicamente.
2.
La teoría de la interpretación de Stanislavsky.
A finales del XIX-principios XX:
los actores se adueñan de su arte; inspirado en el naturalismo y las
vanguardias. Quiere conseguir autenticidad y profundidad psicológica:
el actor debe identificarse al máximo y que comprenda profundamente
el sentido de la obra. Presupuestos:
-El
subtexto (circunstancias previas, sello psicológico).
-El
objetivo (meta del personaje en cada escena, con un verbo; guía de
la actuación) y el superobjetivo (meta general, suma).
-El
mágico “si”: plantear siempre hipótesis de la situación.
-Relajación.
-Concentración
o escucha activa (como si fuera la primera vez).
-Memoria
emocional: conexión de sucesos de la vida del actor con la situación
del personaje.
Pero modificó posteriormente sus
planteamientos, hasta llegar a las puras acciones físicas, con un
análisis activo del texto. Su legado ha dado lugar a, sobre todo, el
Actor’s Studio, donde se crea “El Método”, basado en la
memoria emocional y en el trabajo autobiográfico del actor.
3. El teatro político
de Piscator y Brecht.
Se
trata de un teatro realista y naturalista.
Piscator:
formado en el expresionismo y el marxismo, propone un teatro
sencillo, propagandístico, de lucha obrera; se inspira en el cabaret
y la revista, con música, cine, acrobacias, agitación política,
fotografías, instrumentos mecánicos; elimina las jerarquías que
denomina de la sociedad feudal (separación). El actor
es agitador social, lucha de clases, interpretación sencilla,
directa y eficaz, evitando los excesos.
Bertolt
Brecht crea el teatro dialéctico o épico; va del expresionismo a lo
revolucionario marxista; el arte es útil como instrumento de
transformación del mundo; los sucesos se fragmentan, exige una
distancia racional y analítica de los hechos y prefiere una actitud
reflexiva por parte del espectador; esta es la teoría del
distanciamiento: hacer pensar, evitar la identificación emocional;
para ello emplea técnicas como el narrador, el relato fragmentario,
los apartes, el uso de disfraces, poemas y música, el habla
coloquial, etc; obras: Madre
Coraje y sus hijos,
El círculo de tiza caucasiano… Se
trata de hacer pensar al público, distanciándose de él, para
evitar la introspección emocional. En su texto teórico El
pequeño organon para el teatro
expone lo siguiente:
rechaza el realismo; narrativa libre basada en los mecanismos de
distanciamiento: apartes, máscaras para evitar la identificación.
El distanciamiento es esencial para el proceso de aprendizaje del
público, porque se reducía su respuesta emocional y le obligaba a
pensar en la lucha de clases y en la revolución.
4.
La teoría de la interpretación de Grotowsky.
(3 VECES)
Forma
parte de las corrientes antinaturalistas o de “reteatralización”.
Son muchas teorías, que tratan de evitar la fusión con la vida real
y potencian la puesta en escena, centrándose en el cuerpo y las
técnicas extracotidianas.
Quizá
su más conocida aportación fue lo que denominó teatro
pobre,
identificación actor/personaje, función sagrada del actor, economía
de signos: Por
un teatro pobre
(1968): la representación se despoja de montajes que desvíen la
atención del actor, protagonista absoluto y excluyente. El teatro es
la relación actor/espectador. No hay efectos de luces: el actor
ilumina. Rechazo de maquillaje y vestuario: con el cuerpo y la
maestría se cambia de personaje. Las expresiones faciales sustituyen
a las máscaras. Al eliminar la música, la melodía la componen la
voz de los actores y el golpeteo de los objetos.
Posteriormente,
su magisterio evolucionó hacia otras concepciones
de la escena, como:
-El
parateatro,
también llamado 'teatro de participación': en este periodo se aleja
del arte teatral y elimina la distinción entre actores y
espectadores.
-El teatro
de los orígenes: Grotowski busca “técnicas de origen,
arcaicas o nativas que acerquen a la gente de vuelta a los orígenes
de la vida, para dirigir la percepción primitiva a la experiencia de
la vida orgánica primaria”.
-El drama
objetivo: la búsqueda se centra en elementos específicos
de rituales ancestrales de varias culturas.
-El
teatro
como vehículo:
desarrolla estructuras de representación consistentes en acciones
relacionadas con canciones muy antiguas que servían a propósitos
rituales.
5.
La técnica de improvisación.
(2 VECES)
La improvisación es representar
una ficción, sin que se haya ensayado previamente. Son inventadas.
El juego dramático y la
espontaneidad son esenciales. Desarrolla la imaginación, la rapidez
de acción-reacción y la complicidad.
Hay unas reglas generales para que
tenga sentido y transmita algo: parte de una situación con un
conflicto, en un lugar, momento, con personajes; las palabras y las
acciones surgen durante la escena, pero se parte de alguno de esos
componentes dramáticos mencionados; el conflicto hace que avance la
improvisación; hay que buscar un final.
Fines de esta técnica:
entrenamiento actoral, fuente de inspiración, espectáculo en sí…
Tipos: de lugar, de conflicto,
personaje, cómicas, dramáticas, sin palabras, en lenguaje
inventado, verso, de tanteo, marginales…
Pautas
para la improvisación. Se parte de la acción; cabeza despejada,
lista para reaccionar; concentración externa; reaccionar requiere
escucha; integración de lo que ocurra; hay que aceptar las
propuestas de los compañeros; jugarla y ampliarla; no rechazar un
conflicto; acción continua; búsqueda e imaginación; consciencia.
6.
La técnica teatral de la dramatización.
(2 VECES)
Escenificar situaciones o
historias, dando forma y condiciones dramáticas a algo que no lo
era.
Debe aparecer el conflicto
desarrollado a través de la acción, mediante técnicas expresivas.
Se parte de una obra/creación.
Hay que estudiar en qué se basa, si se utiliza la palabra o no,
decorados, etc. Hay que decidir la modalidad de dramatización
(real/con intérpretes o artificial).
A
veces, dramatización es sinónimo de juego dramático,
improvisación, rol
playing…
7.
La técnica del juego dramático.
Actividades de expresión que se
realizan en un contexto dramático. Ejercicio lúdico y espontáneo.
Juego: descubrimiento. El juego
también puede servir para el calentamiento, ejercicio de formación
actoral, inspiración...Es estrategia de desbloqueo y liberación
expresiva. Fomenta el desarrollo de la imaginación y la escucha.
Hay juegos de rol, de expresión
corporal, gestual, oral, rítmico-musical…
Hay
que creer en el juego, que sea sencillo y tienen que haber verdad en
él.
8.
Tipologías del personaje.
(2 VECES)
Los personajes son sujetos de la
acción, seres personificados, seres activos, persiguen objetivos,
utilizan estrategias, son dinámicos (cambian), su mundo interior se
revela a través del exterior, tienen un carácter representable.
La individualidad del personaje:
sus características físicas y psicológicas, su historia personal,
universo interior, forma de hablar, moverse, relacionarse...El
contexto y los acontecimientos de la obra les influye. A veces la
individualidad se diluye en personajes colectivos o corales:
representan a grupos de personajes, con origen en el coro.
Tipologías (una posible, porque
depende de la teroría estética, del contexto, etc):
a. Por su significación:
reales (representan a seres humanos, con sus comportamientos y
expresiones) e imaginarios (representan cualquier otra entidad; los
alegóricos son un tipo especial).
b. Por su participación:
principales (participan directamente en la acción principal,
concentran la atención, características definidas), secundarios (de
reparto, involucrados indirectamente, completan y enriquecen la
trama) o figurantes (extras, incidentales, ambientales; caracterizan
el medio).
c. Por su profundidad
psicológica: circulares
(redondos, complejos, consistentes; evolucionan; exhiben distintas
facetas de su ser) y lineales (planos; exteriorizan pocos rasgos;
simples y típicos; dos formas: arquetipos, ideales, modelos, basados
en estereotipos culturales reconocibles; y clichés, basados en la
reproducción mecánica e invariable, pueden ser punto de partida).
d.
Por la función
que desempeñan en la trama: protagonistas (promueve y lleva la
iniciativa; representa una de las fuerzas en conflicto, busca
soluciones; el público tiende a identificarse con él), antagonistas
(se opone a la acción; la otra fuerza en pugna) y otras funciones
(iniciador, mensajero, testigo…).
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